El ejercicio que propone una psicóloga a sus pacientes para mejorar el estado de ánimo en invierno: "Sin ir al gimnasio"

El objetivo es que el cuerpo tenga de alguna manera esa gasolina que necesita para sentirse un poquito mejor

José Manuel Nieto

Publicado el

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El invierno puede ser un enemigo silencioso para nuestra salud emocional. Las bajas temperaturas, las horas de luz reducidas y la tendencia a refugiarnos en el confort de nuestros hogares pueden convertir la estación más fría del año en una época de tristeza, apatía y, en algunos casos, de depresión. Esta sensación de "bajón" no es algo anecdótico: está respaldada por factores biológicos y psicológicos que afectan a muchas personas. Pero, ¿cómo podemos sobrellevar mejor esta temporada sin tener que recurrir necesariamente a tratamientos complejos? Macu Gortázar-Ibáñez de la Cadiniere, psicóloga de confianza en el programa Poniendo las Calles, tiene un consejo sencillo, pero efectivo: mover el cuerpo.

La psicóloga explica que la falta de luz solar tiene un impacto directo en nuestro estado de ánimo. "El cuerpo necesita la luz para regularse, para saber cuándo es el momento de estar activo y cuándo descansar", comenta Macu. Durante los meses de invierno, la escasez de luz solar hace que el cuerpo "interprete" que es hora de descansar, lo que a menudo se traduce en una sensación de fatiga y una menor motivación para realizar actividades. Esta falta de energía puede llevarnos a sentirnos más tristes o apáticos, un fenómeno más común de lo que se piensa.

De hecho, estudios en países con inviernos largos y fríos, como los del norte de Europa, han demostrado que la depresión invernal es más prevalente debido a la falta de luz. Según Macu, la disminución de las horas de sol afecta tanto a nuestra biología como a nuestra psicología, creando un círculo vicioso donde la falta de energía nos lleva a realizar menos actividades, lo que, a su vez, empeora nuestra tristeza.

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mujer triste en invierno

La tristeza estacional puede ser confundida con un malestar temporal, pero Macu aclara que hay un trastorno reconocido llamado Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que está directamente relacionado con las estaciones del año. Este trastorno se caracteriza por síntomas de depresión que ocurren en épocas específicas, generalmente durante el invierno, cuando las horas de luz se reducen. Sin embargo, Macu subraya que la diferencia entre la tristeza pasajera y un trastorno afectivo radica en la duración y la intensidad de los síntomas. Si los sentimientos de fatiga, tristeza y desesperanza se mantienen durante semanas o meses y coinciden con el invierno, entonces estamos ante un caso de TAE.

El ejercicio como "gasolina" para el cuerpo y la mente

A pesar de que las bajas temperaturas y el cansancio propio del invierno pueden desanimarnos, Macu Gortázar-Ibáñez recomienda una estrategia sencilla pero poderosa: mover el cuerpo. El ejercicio físico, incluso en pequeñas dosis, puede ser una de las mejores herramientas para combatir la tristeza invernal y mejorar el estado de ánimo. "El movimiento del cuerpo genera energía, activa la circulación y mejora los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad", explica Macu.

Lo mejor de todo es que no hace falta inscribirse en un gimnasio ni realizar actividades intensas. Incluso una caminata diaria de 15-20 minutos puede hacer maravillas. "Salir a pasear, subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, o realizar ejercicios en casa como estiramientos o yoga, son pequeños hábitos que pueden tener un impacto enorme en cómo nos sentimos", asegura la psicóloga.

      
             
      

El truco está en no esperar a sentirnos con ganas para empezar. Macu destaca que, en la mayoría de los casos, las personas que sufren de depresión estacional o tristeza invernal tienden a quedarse atrapadas en sus pensamientos negativos. En lugar de esperar a sentirse mejor, lo mejor es empezar a moverse. "Aunque estés cansado o triste, el cuerpo necesita actividad para recargar energías. Es un círculo positivo: moverse ayuda a cambiar la energía emocional", explica.

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Vista posterior de un joven pensativo de pie junto al río en invierno

Macu recuerda que el ejercicio no es la única estrategia para afrontar el invierno de manera saludable. La alimentación y el sueño juegan un papel esencial en la regulación emocional. Durante el invierno, muchas personas experimentan un aumento en el apetito, especialmente por alimentos más reconfortantes y calóricos. Si bien no hay nada de malo en disfrutar de una buena comida, es importante optar por una dieta equilibrada que favorezca la energía y no nos haga sentir más pesados.