Un prestigioso oncólogo da la clave sobre por qué hay más casos de cáncer de mama en jóvenes: "No se tienen hijos"
Hace unas décadas los casos de cáncer no eran habituales en personas de temprana edad, pero últimamente ha cambiado esta tendencia
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El cáncer es una de las enfermedades más temidas en todo el mundo, y, aunque los avances en tratamientos y diagnósticos tempranos han mejorado las tasas de supervivencia, la prevalencia de casos sigue en aumento. En un reciente programa de radio, el doctor César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), profundizó en los factores que están llevando a una preocupante tendencia: el aumento de casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes. Durante su intervención en Poniendo las Calles, el oncólogo reveló una de las claves de este fenómeno: "No se tienen hijos".
Hace algunas décadas, los casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes (menores de 35 años) eran poco frecuentes. Sin embargo, la tendencia ha cambiado en los últimos años. Según Rodríguez, existen varios factores que explican este aumento, y uno de los más destacados tiene que ver con los cambios en los hábitos sociales y personales de la mujer moderna. La edad media a la que las mujeres tienen su primer hijo ha aumentado considerablemente, y en muchos casos, las mujeres no tienen hijos o lo hacen a edades cada vez más avanzadas.
El oncólogo explicó que en las sociedades donde la maternidad se posterga o donde las mujeres optan por no tener hijos, el riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta. Esto se debe a una serie de factores biológicos y hormonales que afectan la predisposición al cáncer. En contraposición, en las sociedades donde la maternidad se produce a edades más tempranas y con mayor número de hijos, los casos de cáncer de mama son significativamente menores.
Además de la maternidad, el estilo de vida desempeña un papel fundamental en el aumento de los casos de cáncer, especialmente el cáncer de mama. El sedentarismo, las dietas inadecuadas, el consumo de alcohol y el sobrepeso son factores que incrementan el riesgo de sufrir esta enfermedad. La sociedad occidental, caracterizada por la vida sedentaria y la alimentación poco equilibrada, ha visto cómo estos factores han ido empeorando con el paso de los años.
Estilo de vida y cáncer
Rodríguez hizo hincapié en que adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y la reducción del consumo de alcohol, puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Por otro lado, el oncólogo subrayó que, aunque algunos de estos factores pueden prevenirse, también existen elementos fuera del control de las personas que aumentan el riesgo, como la predisposición genética.
A pesar de la preocupación por el aumento de casos, hay motivos para la esperanza. Uno de los avances más destacados en la oncología es la mejora en la detección precoz de los tumores. César Rodríguez señaló que la implementación de programas de cribado, como las mamografías, ha permitido detectar el cáncer de mama en etapas más tempranas, lo que aumenta las probabilidades de éxito en los tratamientos. Además, los avances en los tratamientos, como la inmunoterapia y la medicina personalizada, están ofreciendo nuevas alternativas para los pacientes, lo que ha contribuido a la mejora de la supervivencia.
Además de los avances médicos, la forma en que se aborda emocionalmente al paciente también ha experimentado un cambio importante. Cada vez más, los equipos médicos se enfocan en el bienestar emocional del paciente, proporcionando apoyo psicológico y asesoramiento para ayudarles a afrontar el proceso de tratamiento. El oncólogo destacó que este enfoque multidisciplinar, que incluye apoyo psicológico, nutricional y físico, mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes durante el tratamiento.
Otro aspecto importante que mencionó César Rodríguez es el creciente empoderamiento de los pacientes. Gracias a las redes sociales y los congresos de pacientes, cada vez más personas diagnosticadas con cáncer están informadas y son conscientes de las opciones de tratamiento. Además, se fomenta la participación activa de los pacientes en los procesos de toma de decisiones y en la elaboración de ensayos clínicos, lo que permite una medicina más personalizada y ajustada a las necesidades individuales.
Empoderamiento y educación
Este empoderamiento también ayuda a contrarrestar el riesgo de caer en pseudoterapias o información no científica que circula en internet. Rodríguez enfatizó la importancia de que los pacientes reciban información veraz y contrastada sobre su enfermedad, lo que facilita un tratamiento más eficaz y basado en la evidencia científica.
El cáncer de mama en mujeres jóvenes es una realidad cada vez más común, y los factores que contribuyen a este fenómeno son diversos. El retraso en la maternidad, los hábitos de vida poco saludables y los avances en los métodos de detección juegan un papel fundamental en este aumento. Sin embargo, la esperanza sigue siendo el motor que impulsa a los oncólogos y pacientes a seguir luchando. Los avances médicos, la mejora en la detección precoz y el apoyo emocional son factores que aumentan la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.