El enésimo capítulo del pique entre Maffeo y Vinicius: "Eres muy malo, vete a casa"

La semifinal de la Supercopa entre el Real Madrid y el Mallorca se vio manchada por la trifulca que algunos jugadores de ambos equipos protagonizaron al final del partido a cuenta de la tensa relación que volvieron a escenificar el delantero Vinícius Júnior y el defensa Pablo Maffeo, una rivalidad que viene de atrás.

Desde los primeros minutos, el brasileño y el hispanoargentino se enzarzaron y mantuvieron constantes roces que elevaron la tensión durante el encuentro y que desembocó en la tangana, desatada por una colleja de Bellingham a Maffeo cuando el árbitro estaba a punto de pitar el final.

Una trifulca que el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, “sin echar la culpa a nadie” porque “los jugadores estaban un poco calientes”, calificó de “innecesaria”, pero que puso un borrón al espectáculo seguido por más de 50.000 aficionados saudíes en el estadio y emitido en televisión en más de un centenar de países. En uno de los lances del juego en los que saltaron chispas, al delantero madridista se le oyó decir al dirigirse a Maffeo: "Eres malísimo. Vas a casa".

El partido comenzó a calentarse el pasado fin de semana, cuando se emitió una entrevista para un pódcast, grabada en octubre del pasado año, en la que el defensa mallorquinista, aficionado al boxeo, alardeó en tono jocoso de que Vinícius no le aguantaría ni un asalto en un hipotético combate.

“Podría ser la pelea más vista de la historia. Creo que ganaría, no tengo ninguna duda. Lo noquería en diez segundos”, se jactó el lateral de 27 años, nacido en Sant Joan Despí (Barcelona) de madre argentina y padre italiano.

Ante el revuelo generado, Maffeo sacó un comunicado para lamentar la polémica y precisar que la charla se entabló “en un contexto de broma” y tras verse incitado por el entrevistador “a mojarse sobre quién ganaría en esa supuesta pelea”.

Las provocaciones entre uno y otro, que en ocasiones se han hecho virales, vienen de las últimas dos temporadas y se han reproducido cuando madridistas y bermellones se han enfrentado. Maffeo le ha hecho en algunas ocasiones al brasileño el gesto de que “llora mucho” por sus constantes quejas al árbitro.

En febrero de 2023, el Mallorca tuvo que salir al paso de los gritos xenófobos que un grupo de aficionados profirieron a ‘Vini’ en el estadio Son Moix en varias acciones por la banda cuando era perseguido por Maffeo.

El culebrón prosiguió en abril del pasado año, cuando Maffeo anunció el cierre de su cuenta en X por “las burlas y ataques” recibidos por seguidores blancos a cuenta de su rivalidad con el brasileño y de sus lágrimas cuando, días antes, el cuadro insular perdió la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club. “Vi un comentario hacia mi hija y, antes de entrar al trapo, calentarme y mandar a tomar por culo a alguien, para ser yo el quinqui y el macarra, mejor lo cierro”, argumentó.

Además, Tchouameni expresó que hay un jugador del Mallorca que en todos los partidos nos genera problemas", en referencia a Maffeo: "La gente se ha enfadado un poquito, pero lo más importante es ganar el partido y llegar a la final. No queremos hablar de este chico porque es lo que él busca", añadió el mediocentro, quien ha sido clave en la defensa merengue ante las ausencias por lesión.

maffeo también la tuvo con asencio

En defensa de Vinícius salió Bellingham y Asencio, entre otros. más jugadores. Raúl Asencio, que salió por Tchouaméni en un momento difícil y todo lo que hizo lo resolvió bien por arriba y por abajo, con personalidad.  No se acobarda y protagonizó una escena con Maffeo que supera todos los piques vistos entre el jugador del Mallorca y Vinícius.

La escena es potente y polémica. Aparecen por las redes sociales unas imágenes en las que se puede leer en los labios de Maffeo lo siguiente: “Vete a difundir vídeos, subnormal”. Duro, cruel y hasta injusto. A lo que el central del Real Madrid le respondió con un beso y diciéndole "eres muy malo". Esto forma parte del otro fútbol porque dentro de un campo los jugadores se dicen barbaridades y luego cumplen con el código de que lo que pasa en el césped se queda dentro. Hoy no hay fronteras con las cámaras de televisión que hacen detallados seguimientos y los teléfonos móviles.