Los agentes de la evangelización hoy

Los agentes de la evangelización hoy

Agencia SIC

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Mons. Gerardo Melgar Si hace unos años hubiéra­mos preguntado quiénes eran los agentes de la evan­gelización, es decir los res­ponsables de evangelizar el mundo y la sociedad, una gran mayoría de los cristianos hubieran contestado que eran los sacerdotes y los religiosos, que para ello habían respondido a una vocación al sacer­docio y a la vida religiosa, para dedi­car su vida al anuncio del evangelio a los demás.

oy no hubiéramos respondido lo mismo, centrando la exclusividad de la responsabilidad de llevar el men­saje salvador de Cristo a los demás en los sacerdotes y religiosos, porque poco a poco vamos entendiendo que la misión de la evangelización nos corresponde a todos y cada uno de los bautizados, porque dicha misión se la dio Cristo a toda la Iglesia. Toda la Iglesia existe para evangelizar y sin esa misión no tendría sentido ninguno, quiere decir que si todos los cristianos formamos parte de la Iglesia, somos todos y cada uno de los bautizados los que somos res­ponsables de dicha misión. Así lo expresa el papa Francisco cuando dice: "Todo cristiano, por el hecho de haber recibido el bautismo, es y debe ser un verdadero y autentico agente de evangelización".

Somos todos y cada uno de los bautizados los que somos responsa­bles de la evangelización. Por ello, un cristiano no solo debe plantearse cómo ser buen cristiano él y encar­nar el estilo de vida de Jesús, sino que debe preguntarse también cómo ser testigo de la fe en el ambiente en el que cada uno vive, o en aque­llos campos que le son más propios, para que los otros, los que no creen, o creen a medias, o son indiferentes a todo lo que se refiere a Dios y a la fe en Él, se planteen desde lo que ven que nosotros vivimos, vivir como no­sotros y dar a Dios en la vida la im­portancia que le corresponde.

Evangelizador y agente de evan­gelización es y debe ser todo aquel que está bautizado y vive los com­promisos de su bautismo.

Agente de evangelización es, por tanto, el sacerdote, que de manera ex­clusiva y con entrega total dedica su vida a anunciar y dar a conocer a Je­sucristo y su mensaje, con su palabra y predicación y con su testimonio de vida, que debe de corroborar lo que dice de palabra, lo que vive en su vida.

Agente de evangelización es el padre y la madre de familia cuando piden el bautismo para sus hijos y los llevan a bautizar, comprometiéndose a educarlos en la fe, para que apren­dan a amar a Dios y a valorar la fe y sean un día unos cristianos madu­ros. Para transmitir los padres la fe a los hijos no solo han de hacerlo con su palabra, que también, sino con su palabra y con su testimonio de vida. Es necesario que los hijos vean la valoración de Dios y de su mensaje en sus padres, que su familia es una familia en la que se reza y se cuenta con el Señor y en ella se tiene la pri­mera experiencia de vida cristiana.

Agente de evange­lización es el catequis­ta que ayu­da con su catequesis a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos a descubrir más de cerca a Jesucristo, a amarle y a ajus­tar su vida a sus exigencias. Para ello su vida debe acompañar siempre a su palabra, a lo que se les enseña con la explicación en la catequesis.

Agente de evangelización es la persona que se dedica a la política y defiende en ella los valores cristianos y es consecuente con sus creencias, aunque a veces tenga que no seguir las indicaciones del partido político al que pertenece, y por lo mismo, por su actitud, no poder subir el peldaño que subiría en él si siguiera la disciplina del partido. Y esto lo hace precisa­mente porque lo que se propone va en contra de sus convicciones cristianas.

Preguntémonos cómo estamos respondiendo desde nuestra vida cristiana a la responsabilidad que todos tenemos como agentes de evangelización; y si no lo estamos haciendo, que sepamos que el Señor cuenta con nosotros y nuestro in­cumplimiento supondrá siempre un vacío que difícilmente nadie puede llenar si cada cual no responde con generosidad a lo que le pide su con­dición de cristiano y agente de evan­gelización de este mundo que nos ha tocado vivir.

+ Gerardo Melgar

Obispo de Ciudad Real