El director de Cáritas Haití hace un llamamiento a la comunidad internacional para que sus planes de ayuda no estén "alejados de la realidad"
El padre Yvel Germain, director de Cáritas Haití, advierte sobre la vulneración constante de derechos humanos que se produce en el país caribeño y la necesidad de formación en los voluntarios
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Haití es uno de los países más pobres del mundo y también uno de los más violentos. El padre Yvel Germain, es alguien que conoce bien lo que acontece en el país caribeño. Es el presidente de Cáritas, la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica allí y en su labor diaria observa cómo las bandas armadas se han hecho con el control de todo el territorio. "Hay una vulneración constante de los derechos humanos, pero desde Cáritas intentamos llegar hasta todas las esferas del ser humano. Es un país con gran necesidad de ayuda" afirmaba el presidente de Cáritas Haití.
El sistema con los voluntarios es difícil, hay gente que quiere ayudar pero que carecen de una base para hacerlo"
Además, el padre Yvel también ha hecho hincapié en el papel fundamental que juegan los voluntarios allí, a pesar de la falta de formación que muchos de ellos sufren: "El sistema con los voluntarios es muy muy difícil, hay mucha gente que quiere ayudar pero que carecen de una base para hacerlo. Por tanto, si queremos hacer una entrega de comida en diferentes localidades, es difícil llevarlo a cabo con gente que no sabe cómo hacerlo de forma correcta, organizada", declaraba el padre Yvel, presidente de Cáritas Haití durante el desayuno informativo que ha tenido lugar en la sede de Cáritas Española, en Madrid.
HAITÍ, UN PAÍS EN EL QUE REINA LA VIOLENCIA, LA POBREZA Y LA INSEGURIDAD
El padre Yvel Germain asumió el cargo de director nacional de Cáritas Haití a mediados de 2024, una red compuesta por 10 oficinas de Cáritas diocesanas presentes en todo el territorio nacional. Nacido en Puerto Príncipe en 1979, es licenciado en Filosofía y Teología por la Universidad Católica de Haití, con un postgrado en Desarrollo local por la Universidad de Lyon, Francia.
Tiene una amplia experiencia de trabajo en la diócesis de Jacmel, ciudad en la que residió los últimos años. Como nuevo director de Cáritas tiene el reto de coordinar la acción humanitaria de la red de Cáritas Haití para atender a los desplazados por la violencia en Puerto Príncipe, sobre todo en la región sur y sudeste del país, un éxodo que ha superado ya la cifra de un millón de personas.
Haití es el país más pobre y desigual de América. Soporta cuatro crisis simultáneas: política, social, ambiental y alimentaria. El país no celebra elecciones desde el año 2016. El recrudecimiento de la violencia de las bandas armadas ha triplicado en un año el número de personas desarraigadas de sus hogares. En total hay más de un millón de personas desplazadas dentro del país, la mitad son niños.
La mayoría de las personas obligadas a huir de sus hogares abandonaron la capital, Puerto Príncipe, donde la violencia de las bandas es implacable. Las provincias vecinas también se han visto afectadas por la violencia y la afluencia de haitianos que huyen de la espiral de inseguridad.
Cáritas sigue presente en cada una de las 10 Diócesis en las que se divide Haití. El trabajo de Cáritas Puerto Príncipe está paralizado. Las otras nueve Cáritas diocesanas se enfrentan a una avalancha de desplazados similar a la que ocurrió en el terremoto del 2010. Todo ello en un contexto de crisis alimentaria grave. 5,4 millones de haitianos sufren inseguridad alimentaria aguda, según Naciones Unidas.