Un joven en la Javierada: así se vive la peregrinación

Javier González tiene 26 años y lleva cinco años seguidos acudiendo a la famosa peregrinación de navarra llamada Javierada y nos cuenta su experiencia

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Un joven en la javierada: así se vive la peregrinación

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El mes de marzo es el mes de las 'javieradas': una peregrinación en navarra al castillo de Javier. Miles de peregrinos realizan cada año durante los dos primeros fines de semana el camino a Javier, el lugar donde nació San Francisco Javier.

Jesús Luis Sacristán ha entrevistado en 'El Espejo' a Javier, un joven que ya ha podido participar de este evento en el fin de semana del 8 al 10 de marzo de 2019. Haciendo honor a su nombre, el chico de 26 años ha hecho ya cinco años seguidos la javierada.

El joven madrileño pertenece al Movimiento Apostólico de Schoenstatt y nos cuenta cómo acabó yendo a la javierada: "Yo no participaba mucho en las cosas de la Iglesia, pero me encantaron unas misiones a las que fui. Allí me decían: 'Si te ha gustado esto tienes que venir a la javierada'. Es una muy buena experiencia."

"Dormimos en una iglesia, con saco de dormir y esterilla, al día siguiente caminamos casi 40 kilómetros hasta llegar a Sangüesa." Javier nos explica qué le pareció por primera vez el castillo de su santo: "Es precioso. Me llamó muchísimo la atención lo preciosos que son los paisajes del camino. Navarra es precioso. Es un castillo de película. Es impresionante pensar que allí vivía San Francisco Javier."

"Hablas con mucha gente. Durante el camino te separas de la gente con la que vas y al final te cruzas con otras personas. Al estar cansado y con una meta común, haces buenas migas con todo el mundo."

"También son muy especiales los momentos en los que andas solo"

El día del sábado transcurre así: "Nosotros nos levantamos a las siete de la mañana, después de haber dormido 'malamente'. Porque sino se te queda frío un pie, o se te duerme un brazo, te despierta el de al lado roncando. Te levantas, oyes misa, desayunas y comienza el camino. Es muy bonito lo que vas compartiendo con la gente."

"También son muy especiales los momentos en los que andas solo. Son más introspectivos, espirituales, de hablar con Dios... momentos de hablar con Dios y no solo ver el camino hacia Javier sino también el camino de tu vida."

 

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