Un adolescente pide salir a su amiga de clase y la respuesta de la chica le dejó sin palabras
Los jóvenes se conocen desde Primaria, y cuando se hicieron adolescentes él comenzó a sentir algo por ella
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Marta e Isaac se conocen desde Primaria, cuando coincidieron en la misma clase de un centro escolar de Madrid. Aunque en los primeros años no mantenían una buena relación, poco a poco ese “odio” infantil se fue transformando en amistad con el paso de los cursos. Los dos incluso compartieron catequesis e hicieron la Primera Comunión el mismo día en la parroquia del barrio.
Ya en Secundaria, cuando llegan los primeros amores, Isaac comenzó a interesarse por su compañera. Como suele ocurrir en estos casos, Marta le puso las cosas difíciles a su ya amigo. Ambos comenzaron a salir junto al resto de la pandilla al parque o a las discotecas light.
El verano que lo cambió todo
Definitivamente, Marta e Isaac iniciaron un acercamiento durante el verano en el que transitaban de Tercero a Cuarto de la ESO, cuando los dos ya habían cumplido los 16 años. Más allá de las aficiones y similitudes propias de la edad, tanto al chico como a la chica les unía su fe, y más concretamente por la Virgen de la Paloma, una de las advocaciones marianas más queridas de nuestro país, y más concretamente en Madrid, que se engalana cada 15 de agosto para venerarla.
Por ello, ni Isaac ni Marta se pierden la procesión que cada año tiene lugar durante la tarde del 15 de agosto. Cuando eran más pequeños acudían con sus respectivas familias, pero los lazos que comenzaron a estrechar ambos aquel verano de su adolescencia, les hizo acudir juntos. Isaac no se lanzaba a la hora de pedir a su amiga salir e iniciar una relación de pareja. Su timidez e inexperiencia, tan propia a esas edades, se lo impedía. Sin embargo, aquella tarde-noche cálida de Madrid, con muchos vecinos de fiesta y otros de vacaciones en las playas, cambió todo.
En medio de la procesión, Isaac se lanzó
Isaac se había arreglado especialmente para ver la procesión, y de paso hacer ver a su pretendida que era un chico elegante y con buena presencia. Ambos habían quedado en los alrededores de la Puerta de Toledo, por donde la Virgen de la Paloma procesiona.
Ambos fueron puntuales a la “cita”. Esperaron con impaciencia la llegada de la imagen a la que veneraban cada año. Pero como decimos, aquel año fue especial. Isaac estuvo nervioso durante la espera. Marta nos asegura que lo notaba. Años después, nos confiesa que tuvo la impresión durante todo el día de que algo especial iba a suceder.
Efectivamente, así fue. Fue en el momento en el que la Virgen de la Paloma hacía su presencia en la Puerta de Toledo. Isaac se armó de valor y, sabiendo que una de las debilidades de Marta es su virgen, le pidió iniciar una relación. Marta, que en ese momento se santiguaba y rezaba ante su virgen, concluyó la oración con una sonrisa.
¿Qué le contestó Marta a Isaac?
Marta no dijo nada más por largo tiempo, lo que impacientó mucho a Isaac. Minutos más tarde, mantuvieron una conversación al respecto. Marta, que en el fondo estaba deseando que su compañero de pupitre y con quien había discutido tantas veces durante la infancia, diera por fin el paso, condicionó al siguiente requisito la relación: “Que cuando me pidas matrimonio la Virgen de la Paloma esté presente, pero tiene que ser algo original”.
Se ve que a Isaac aún no se le ha ocurrido la idea porque, tras casi diez años de relación, aún no han pasado por el altar. No obstante, ambos siguen profundamente enamorados el uno del otro.