Se aplaza la beatificación de tres mártires capuchinos por la pandemia de la covid-19

Fray Benet, Fray Domingo de Sant Pere y Fray Josep Oriol murieron por su fe durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española en 1936

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Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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La beatificación de tres mártires capuchinos prevista para el sábado 14 de noviembre en la basílica de la Seu de Manresa ha tenido que ser aplazada por la pandemia de coronavirus, según explican en un comunicado de la Diócesis de Vic (España).

El Obispo de Vic, Mons. Romà Casanova, junto con los Frailes Capuchinos de Cataluña que han promovido la beatificación, decidieron que “en el contexto actual era más prudente posponer la celebración sin fijar de momento ninguna nueva fecha”.

“Como en todas las celebraciones religiosas que se están llevando a cabo los últimos meses se había previsto aplicar las medidas de distanciamiento e higiene establecidas”, aseguran. Sin embargo, desde la diócesis catalana han considerado que “en el contexto sanitario actual es más prudente evitar actos que favorecen la movilidad y la concentración de personas, como reclaman las autoridades sanitarias”.

Además, según precisan en el comunicado, la decisión también se ha tomado atendiendo “a las limitaciones de movilidad durante el fin de semana para prevenir el contagio del la covid-19”. Y aunque las restricciones actuales permiten el culto religioso, aunque reduciendo el aforo de los templos, “limitan la asistencia de fieles fuera de Manresa”.

El Papa Francisco anunció el pasado 24 de enero la beatificación de 3 frailes capuchinos que murieron mártires por su fe durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española en 1936. Se trata del fraile capuchino Benet, procedente de Santa Coloma de Gramenet, fray Domingo de Sant Pere, de Riudebitlles y fray Josep Oriol de Barcelona.

Según informaban en desde la Diócesis de Vic, esta ceremonia de beatificación de los tres mártires capuchinos es la primera de los tiempos modernos, desde que el papa Benedicto XVI trasladó las ceremonias de beatificación en las diócesis de los beatificados (y no en Roma) para acercar su testimonio a la iglesia local.

El proceso de beatificación de estos capuchinos comenzó en la diócesis de Vic el 18 de abril de 1955: fue enviado a Roma en 1962 y se completó entre 1997 y 2005. Finalmente, el pasado 24 de enero de 2020, el Papa Francisco aprobó su beatificación.

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La breve biografía de los tres mártires

Fray Benito es el nombre de religioso de Josep Domènech i Bonet, nació en Santa Coloma de Gramanet, Barcelona (España) en 1892. Fundó los "Amigos del canto gregoriano" y fue maestro de novicios en Manresa. Aseguran que fue un capuchino modélico, de talante ascético, y un ejemplo de vida consagrada, que sabía exigir con firmeza y delicadeza a sus novicios su progreso espiritual. Fray Benito fue detenido el 6 de agosto de 1936 por unos milicianos. Le torturaron con escarnio y finalmente, lo asesinaron el día 7 de agosto de 1936.

Fray Domingo de Sant Pere de Riudebitlles es el nombre de religioso de Juan Romeo y Canadell, nacido en Sant Pere de Riudebitlles, Barcelona (España) en 1882. Movido por unos fuertes ideales misioneros, en 1917 fue enviado a América Central donde, durante 17 años, trabajó pastoralmente en Cartago (Costa Rica) y Managua (Nicaragua). Después de un apostolado muy intenso, en 1930 volvió a Cataluña al estar enfermo y vivió la última etapa de su vida en el convento de Manresa. Allí tenía una fama de religioso bueno, ejemplar y muy sacrificado. Al estallar la revuelta de la Guerra Civil fue identificado y detenido como eclesiástico en casa de unos parientes, donde había sido acogido. Como no escondió que era religioso capuchino fue asesinado el 27 de julio de 1936.

Fray José Oriol de Barcelona es el nombre de religioso de Jaume Barjau Martín, nacido en Barcelona en 1891. El Padre José Oriol se ordenó sacerdote en 1915 y se dedicó a la predicación, atención al confesionario, dirección espiritual y también a la investigación histórica. Preparó la edición del Chorale Psalterium, una Obra monumental que recibió los elogios del papa Pío XI.

El P. Oriol y el P. Pedro Vintró fueron los primeros en morir asesinados en Manresa por su condición religiosa el día 24 de julio de 1936. El P. Oriol había encontrado refugio en una casa vecina al convento, celebraba clandestinamente la Santa Misa y también visitaba y administraba clandestinamente los sacramentos. Fue descubierto por milicianos en una de esas salidas clandestinas y le detuvieron. Tras manifestarse religioso, fue insultado y azotado mientras él perdonaba sus verdugos. Finalmente fue asesinado a las afueras de Manresa.