Así será el intenso viaje veraniego del Cardenal Antonio Cañizares

El Cardenal Antonio Cañizares ha emprendido un intenso viaje para visitar a los misioneros valencianos que trabajan en varios países de América. El viaje ha comenzado en Chile, el país donde hay mayor presencia de misioneros valencianos. En el ya lejano año 1957 la Santa Sede hizo un llamamiento para ayudar a la evangelización en los países iberoamericanos y la archidiócesis de Valencia respondió enviando varios a sacerdotes a la diócesis chilena de Copiapó.

Desde entonces han estado destinados allí cerca de medio centenar de sacerdotes valencianos. También han estado presentes en Copiapó, desde hace décadas, numerosas religiosas valencianas de las congregaciones Esclavas de María, Hermanitas de los Ancianos Desamparados o Dominicas, así como integrantes del instituto secular Obreras de la Cruz.

Después el cardenal Cañizares visitará los dos vicariatos apostólicos peruanos de Requena y San José del Amazonas, que fueron asumidos por la diócesis de Valencia en 2017 por voluntad del propio Arzobispo. La superficie de ambos vicariatos abarca más de 200.000 kilómetros cuadrados y cuentan con 300.000 habitantes. Durante el DOMUND de 2017 el Cardenal anunció que, con el beneplácito del Papa, la diócesis de Valencia iba a asumir, como si se tratara de ella misma, estos Vicariatos Apostólicos, que son los más pobres y necesitados cultural, económica y socialmente del Perú.

También hay presencia valenciana en la Amazonía peruana: el franciscano José Luis Coll es misionero desde hace ocho años en la ciudad de Contamana, y en esa región se encuentra también la misionera valenciana María Eugenia Lloris, de la Fraternidad Verbum Dei.

El viaje del Cardenal Cañizares incluirá también una etapa en Ecuador, donde los misioneros Ramón Peris y Rafael Alventosa, que sobrevivieron al terremoto de 2016, llevan actualmente siete capillas de la parroquia de San Patricio. Tras el seísmo, la iglesia de San Juan Bosco, perteneciente a dicha parroquia, que atiende a más de 50.000 personas en la ciudad portuaria de Manta, quedó derrumbada, y ha sido reconstruida gracias a la colaboración de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia. Ahora el cardenal Cañizares tendrá la alegría de consagrar este templo.