San Lesmes

Las tierras de la Vieja Castilla en el interior de España siempre han sido zonas de antiquísimas costumbres de Fe respaldadas por los Monasterios y Conventos. Dentro de sus muros se forjaban los servidores de la Fe según dispone el Señor en sus planes, tal y como han hecho hombres de la talla de San Antonio, abad. 

Hoy celebramos a San Lesmes, también continuador de esta forma de vida. Su procedencia es de Loudun (Francia) y nace hacia el año 1035. De joven quiso ser militar como su padre, y algún tío suyo. Sin embargo siguió la llamada de Dios a dejarlo todo por el Evangelio.  Tras repartir cuanto tenía entre los necesitados, se marcha en peregrinación a Roma. 

Al volver, ingresa en un Monasterio, para llevar una vida totalmente despegada de lo mundano. Su perseverancia le hace maestro de novicios. Su Santidad de vida, hizo que realizara muchos milagros. La reina consorte de Alfonso VI de Castilla, Constanza de Borgogna le pidió que reorganizara la Liturgia Romana en España para las celebraciones. 

Él accede y acepta. Ya en la Península, tomó parte en la Fundación del Convento de San Juan Evangelista, situado a orillas de Burgos. Desde allí oró como un anacoreta asistiendo a pobres y peregrinos del Camino de Santiago. Su caridad era muy notoria. San Lesmes fallece en el año 1097 y es Patrono de la Capital burgalesa. 

Fue enterrado en la ermita de San Juan ya desaparecida. El motivo es que en 1383 el rey Juan I de Castilla ordenó la destrucción de este templo por motivos estratégicos. Desde entonces y hasta nuestros día ls reliquias del Santo reposan en la Iglesia burgalesa de San Lesmes.