El obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos, pide unidad política frente a la crisis y acelerar la vacunación
En Canarias, a la crisis derivada de la pandemia se une la de la inmigración irregular, "una crisis que arrastramos desde hace meses", ha recordado el prelado
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El obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos, ha pedido a todas las instituciones, partidos políticos y gobernantes que se unan para afrontar la crisis social derivada de la pandemia y aceleren la vacunación todo lo posible.
"La situación llama a que todos se pongan a trabajar juntos por el bien de Canarias y a que nos olvidemos de siglas políticas y empecemos a poner al archipiélago en el centro", ha dicho el obispo durante una visita al Banco de Alimentos de Las Palmas.
Mazuelos teme que la situación social empeore en los próximos meses, pues "las familias todavía no afrontan el final de los ERTE, las consecuencias de que no haya ayudas suficientes". "Las vacunas siguen sin llegar y continuamos sin turismo, la situación es preocupante. Si ya de por sí el agua llega al cuello, imaginemos si esto sigue así", ha reflexionado el obispo.
Por eso, "hay que hacer todo lo que se pueda" para que la vacunación avance, "hay que poner toda la carne en el asador; si hay que pagar un poquito más por la vacuna, que lo paguen", en un mundo en el que las vacunas dependen de los intereses de las multinacionales farmacéuticas, ha lamentado Mazuelo.
"Ya que no se atreven a expropiarle las patentes, pues que hagan todo lo posible por poner vacunas", ha insistido. "Nos iban a vacunar a todos para marzo, para Semana Santa, y ya van diciendo que para el verano, y ya después, para después del verano", ha expresado con temor el obispo.
En su opinión, "lo prioritario para Europa, para los políticos y para todos los gobernantes, es ponerse en marcha para darle solución a las vacunas".
En Canarias, a la crisis derivada de la pandemia se une la de la inmigración irregular, "una crisis que arrastramos desde hace meses", ha recordado el prelado, quien se ha preguntado "hasta cuándo se pueden pisotear los derechos de las personas y tenerlos en campos de refugiados, hay muchos que tienen derecho a irse" y viajar a la península.
Actualmente, Cáritas atiende al doble de personas que habitualmente, pues a los sin techo de la capital grancanaria se han unido numerosos inmigrantes, se ha pasado de dar 200 comidas al día a 480 comidas, y se va a intentar abrir nuevos espacios de acogida.