Un sacerdote critica que la pornografía infantil sea menos condenada socialmente que la venta de armas en EEUU

En las últimas horas el estado norteamericano de California se ha escandalizado una vez más por un caso de tiroteo que ha causado seis muertos y más de una decena de heridos.

Y como suele ser habitual cuando suceden estos episodios dramáticos, el debate sobre la legislación que permite a los ciudadanos en el país más poderoso del planeta portar armas ha vuelto a surgir. Hace unos meses, el presidente de EEUU, Joe Biden, pidió al Congreso que impulse una normativa para prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. También exigió que se aborde el sistema de verificación de antecedentes a la hora de comprar un arma de fuego.

Entre la sociedad americana, existe división de opiniones: unos consideran que debería regularse su uso, mientras otros argumentan que está contemplado en la Constitución, por lo que el debate sería estéril. “Un arma no es para matar a gente sino para defenderte”, esgrime buena parte de la ciudadanía estadounidense.

En el mundo desarrollado, especialmente en Europa, siempre se han posicionado en contra de que los ciudadanos porten armas de fuego en sus hogares. Sin embargo, al menos en países como España, la posición es menos radical en otras cuestiones también graves y dañinas socialmente, como es la pornografía infantil.

Sobre esta desigual vara de medir se ha pronunciado a través de Twitter el sacerdote Patxi Bronchalo, vicario parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Valdemoro, quien ha lamentado que la sociedad se mire para el otro lado cuando se producen casos de pornografía infantil.

“Cada vez que hay asesinatos en colegios de EEUU viene el escándalo de que allí sea legal la venta de armas. Me pregunto por qué cuando estallan crímenes de pornografía infantil nadie se escandaliza de que el porno esté permitido. La sociedad pone tronos a algunas causas”, se puede leer en el tuit de Bronchalo.

Una lacra social que ha aumentado con motivo de la pandemia. Advierten a su vez los expertos que la gran cantidad de horas que los menores pasan delante del ordenador, aumenta el riesgo de caer en una de estas redes. Los mensajes de colaboración ciudadana alertando sobre pornografía infantil se han quintuplicado durante la crisis sanitaria.

Datos preocupantes pero que no está en la agenda ni entre las preocupaciones de la población, como lamenta el sacerdote: “Me diréis que no todo el que ve pornografía se pasa a la pornografía infantil. Yo os digo que todo el que ve pornografía infantil tiene un problema con la pornografía, esta es adictiva y hace que algunos pasen a cosas más fuertes. Causa directa. Es terrible”, sostiene.

Para seguir con su argumento, Patxi Bronchalo afirma que no todo el americano que compre un arma lo hace para matar, pero hay algo innegable: el que mata es porque la tiene y la ha conseguido con facilidad.

“La mayoría de personas que compran un arma en EEUU no lo harán para matar a nadie, pero todo el que mata con ellas las ha conseguido fácilmente. El problema de las armas y el porno es el enorme daño que causan. Triste que nos escandalicemos de una cosa y de otra no”, denuncia el religioso de la diócesis de Getafe.