'La conversión de San Pablo': ¿la luz de Murillo o la oscuridad de Caravaggio?
La historiadora del arte María del Camino Viana ha explicado en 'Ecclesia al día' las diferencias entre la obra 'La conversión de San Pablo' de los pintores Caravaggio y Murillo.
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Este 25 de enero se celebra la Conversión de San Pablo, y por ello, en 'Ecclesia al día' de TRECE hemos querido poner en valor este acontecimiento a través del arte. María del Camino, historiadora del arte, ha usado dos cuadros muy reconocidos para hablar sobre este hito tan importante para los cristianos. También ha aprovechado para explicar las diferencias entre ambas obras.
La primera obra que María del Camino ha mostrado es 'La conversión de Pablo de Tarso' del pintor Caravaggio. Se conserva en la capilla Cerasi de la iglesia de Santa María del Popolo en Roma, donde también se encuentran varias obras de Caravaggio, como La crucifixión de San Pedro.
Aquí, el pintor captura el momento en que Saulo de Tarso, quien es un perseguidor de cristianos, cae al suelo durante un viaje a Damasco. Esta caída es provocada por una luz celestial que representa a Jesús, y gracias a ella, se produce su conversión al apóstol Pablo. "Este hecho está relatado en el capítulo 9 del Libro de los Hechos de los Apóstoles, donde se cuenta que un fariseo, perseguidor de cristianos, va a Damasco. Durante este camino, le envuelve una luz que procede del cielo y, posteriormente, le derriba del caballo". Esta luz le pregunta: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" y Saulo le pregunta quién es. Acto seguido, le responde: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues".
"Este hecho está relatado en el capítulo 9 del Libro de los Hechos de los Apóstoles"
María del Camino también ha aprovechado para explicar algunos datos técnicos sobre este cuadro. "Esta obra mide 2,30 metros de ancho y 1,75 metros de largo, y en este espacio se distribuyen los personajes. Precisamente, la caída de San Pablo ocupa tres cuartos del lienzo. También aparece otra figura que se identifica como un mozo de cuadra que le acompañaba".
La historiadora del arte ha recalcado la manera en que las figuras están dispuestas: "Parece que hay una fuerza centrípeta alrededor de un único hecho, que es la caída del caballo. Este simbolismo del caballo se refiere a la autoridad y el poder relacionados con el mundo de la caballería". También ha hecho hincapié en el realismo de Caravaggio y su interés por los detalles: "Podemos fijarnos en las arrugas en la tez, el cabello e incluso las venas. Este artista se inspiraba mucho en todo lo que veía en la calle para hacer referencia a que Dios se encuentra con el hombre en la simplicidad".
MARÍA DEL CAMINO HA HECHO HINCPIÉ EN EL REALISMO DE CARAVAGGIO
La siguiente obra que hemos podido apreciar en 'Ecclesia al día' es 'La conversión de San Pablo' de Bartolomé Esteban Murillo, que se encuentra en el Museo del Prado en Madrid. María del Camino Viana ha comparado ambas obras y ha resumido sus diferencias, ya que Murillo tiene un estilo más amable, mientras que Caravaggio es más dramático. "Mientras que en la obra anterior de Caravaggio, el encuentro de San Pablo con la luz es simbólico, ya que el foco está en la caída, en esta obra de Murillo el foco se encuentra en Jesús. Por tanto, este encuentro es mucho más real". Además, también aparecen más hombres que le acompañan y al lado de un perro que simboliza la fidelidad. Todos ellos están muy sorprendidos por Jesús, quien en esta obra sí se ve de manera real.
Murillo tiene un estilo más amable Y CARAVAGGIO Más dramático
En conclusión, el enfoque de Caravaggio es mucho más realista y dramático, con grandes contrastes entre luces y sombras, mientras que Murillo se decanta por un enfoque más espiritual. Ambos humanizan a los personajes, pero en la representación de Murillo los personajes aparecen un poco más idealizados.