¿Sabías que la distancia de los viajes misioneros de San Francisco Javier equivale a dos vueltas a la Tierra?
Su tarea misionera empezó a los 35 años y le bastaron 11 para recorrer la India, Japón y otros países
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
San Francisco Javier, patrono de todos los misioneros, fue uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia Católica. Por ello fue llamado “el gigante de la historia de las misiones”. Fue el gran apóstol de los tiempos modernos, como San Pablo lo fue de los antiguos
Fue en el 1927, al año siguiente del primer Domund, cuando se declaró a Santa Teresa de Lisieux “Patrona principal, al igual que San Francisco Javier, de todos los misioneros, hombres y mujeres, asi como de todas las misiones existentes en todo el mundo”.
Él es un jesuita que, en pleno siglo XVI, llega a recorrer 100.000 km movido por su deseo de evangelizar. Ella, una joven carmelita de fines del siglo XIX que, sin salir de la clausura, ofrece sus oraciones y sacrificios por los misioneros. “Santa Teresita” es proclamada Doctora de la Iglesia el día del Domund de 1997, y el santo navarro es figura central de la jornada el año 2006, quinto centenario de su nacimiento.
Los viajes de San Francisco Javier
San Francisco Javier es considerado el primer misionero moderno, ya que organizó varios proyectos internacionales entre los que se encontraban el de ayudar y evangelizar a los más necesitados en el sureste asiático. Su vida estuvo llena de aventuras en tierras exóticas, tales como la India, Japón, China… viviendo incluso entre piratas malayos y samuráis. Su tarea misionera empezó a los 35 años y murió prematuramente a los 46. Le bastaron esos 11 años para recorrer la India, Japón y otros países.
Una vez que es aprobada la Compañía de Jesús, el Papa les solicita evangelizar las Indias bajo protectorado portugués, siendo Javier el designado para tal tarea. Así comienzan los viajes del Santo, los cuales podemos dividir en cuatro grandes viajes: desde el puerto de Lisboa a la India (1541-1542), de la India a las islas Molucas (1545-1546), de la India al Japón (1549-1551) y de Japón a la India (1552).
Su primera parada fue Goa, ciudad situada en la costa occidental de la India, donde llega el 7 de mayo de 1542. Viaja por los pueblos pescadores de la costa con la intención de evangelizar y llevar el cristianismo. Para lograr acercarse más a la población, aprende la lengua del país. Evangeliza a los indios Paravas y recorre las ciudades de Tuticorrín, Trichendur, Manapar y Combuture, donde encuentra la oposición de los brahmanes.
El deseo de llegar a Japón
En 1545, continuó su misión de predicación en las islas Molucas, siendo por tanto San Francisco Javier el primer misionero en Filipinas. Después de seis años en Asia, donde realiza las labores de reordenación y supervisión de las misiones establecidas en India y Molucas, recibe la noticia de que un señor feudal de Japón desea convertirse al cristianismo, por lo que el misionero decide partir a tierras niponas.
En Japón, al igual que en la India, aprende el idioma local sirviéndose de un intérprete, logrando ganarse poco a poco la confianza del pueblo, sufriendo, por otro lado, las hostilidades de los monjes budistas, que no ven con buenos ojos la progresiva conversión al cristianismo que provocan las palabras del Santo entre campesinos y nobles nipones.
Llevar el evangelio a China
Tras dos años de misión, Francisco Javier logra difundir el cristianismo en algunas ciudades del país, fundando misiones y comunidades cristianas que crecen muy rápidamente. Es en esta época llega a la conclusión de que la cultura japonesa depende de la china, por lo que decide llevar el evangelio a China. Parte hacia China en abril de 1552, llegando a la isla de Sanchón a finales de agosto.
Sanchón es una pequeña isla de las costas chinas y era el centro de reuniones secretas entre los mercaderes portugueses y los traficantes chinos. Es aquí donde permanece el Santo a la espera de un barco que lo introduzca clandestinamente en el continente chino (donde estaba prohibida la entrada a los europeos). Nunca llegaría a China, ya que el 3 de diciembre de ese año moría víctima de unas fiebres. Su cuerpo fue trasladado a Goa, siendo enterrado en esta ciudad en la primavera de 1554.