Juan Fridman, CEO de empresa de viajes en Israel: ‘‘Los pocos cristianos que vienen dan esperanza’’

Se cumplen 7 meses del ataque de Hamás a la frontera israelí. Esta matanza y secuestro provocó que el Gobierno de Netanyahu iniciase una ofensiva bélica. Más de 34.500 palestinos y 1.200 israelíes han perdido la vida. 13.000 del total, niños.

Aunque Israel ya controla la frontera con Egipto, Rafah, se podría dar una segunda tregua entre los terroristas e Israel.

Juan Fridman es director de Génesis Tour. Organiza viajes a Tierra Santa, sobretodo enfocado a turismo cristiano. El negocio está completamente parado. ‘‘El miedo sale gratis, aunque en Israel la vida continúa cada vez más normal’’. Apunta que los dos primeros meses de ofensiva ‘‘pasábamos más tiempo en los refugios que fuera estando en el centro del país’’, debido a los constantes bombardeos. Hoy, siete meses después, restaurantes, teatros y escuelas funcionan con normalidad, aunque el turismo sigue bloqueado.

Sin embargo, los pocos viajeros cristianos que siguen yendo, viajan con comodidad y normalidad ‘‘y dan esperanza a los cristianos que viven aquí entre árabes y palestinos’’. La ventaja de esta situación, según lo que le comentan los peregrinos que viajan con su empresa, es que no hay colas para visitar los Santos Lugares.

Los rehenes son la principal preocupación de los habitantes de Israel

Siete meses después quiere recordar a las familias de los 131 rehenes. ‘‘Dicen que hay que llegar a un acuerdo al precio que sea’’, creen que unos 40 han muerto, pero quieren recuperar los restos mortales.

En cuanto a la posible tregua, ‘‘ayer había mucho entusiasmo y confianza’’ con esa posibilidad. Aunque para los israelíes, ‘‘El asunto no es el alto el fuego, es un acuerdo para liberar a los rehenes’’, enfatiza. Están dispuestos ‘‘incluso entregando a decenas de presos palestinos en Israel’’.

Sobre la ayuda humanitaria, asegura que entra mediante centenares de camiones. ‘‘Todo lo que hace falta, desde los alimentos básicos hasta juguetes para niños’’. Sin embargo, apunta que Hamás comercializa en contrabando esa ayuda humanitaria que envía el mundo entero para los palestinos. ‘‘Por lo menos, aunque no sea la forma más correcta, la ayuda llega a todos’’.