La Iglesia de EEUU se opone a la deportación de migrantes y reclama "procesos justos, ordenados y humanos"

EEUU ha empezado a deportar en vuelos hacia el interior de México a inmigrantes indocumentados que son detenidos en la frontera entre ambos países, como una forma de evitar su reingreso en el país norteamericano. Se tratan de expulsiones correspondientes al 'Título 42', que afectan personas que estuvieron recientemente en un país donde había una enfermedad contagiosa, en este caso la covid-19.

Tal y como ha explicado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, con esta medida se busca reducir la posibilidad de que las personas deportadas intenten reincidir y volver a territorio estadounidense. De esta manera, los funcionario de inmigración pueden, sin necesidad de una audiencia, deportar a los ciudadanos sospechados de haber entrado recientemente en el país más poderoso del planeta.

Desde el 30 de julio, el Departamento de Seguridad Nacional inició un programa de repatriación de salvadoreños, hondureños y guatemaltecos con la puesta en marcha de vuelos en una deportación sumaria.

Una política que no ha compartido la Iglesia de EEUU, tal y como ha manifestado el obispo auxiliar de Washington y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Americana, Mons. Mario Dorsonville, quien emitió un comunicado condenando la iniciativa de la administración de Biden.

“En febrero, acogimos con bien las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente relativas a la supresión de barreras y a la restauración de procesos justos en el sistema de inmigración legal. Un juicio justo es vital para que el Estado de Derecho prospere de acuerdo con el bien común”, comenzaba manifestando el obispo auxiliar.

A continuación, Mons. Dorsonville aseguraba ser incompatible hablar de “un sistema migratorio justo, ordenado y humano sin una protección sólida para garantizar un proceso justo”. Así las cosas, el obispo auxiliar de Washington ha instado a la administración a revertir las expulsiones aceleradas, reexaminar el uso del 'Título 42' por parte de las autoridades y promover verdaderamente un proceso justo de acuerdo a los compromisos pasados: “También renovamos el llamamiento que hice en abril a mis hermanos obispos en la frontera entre Estados Unidos y México, haciéndome eco de las palabras del Papa Francisco. Trabajemos juntos como nación para acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes de acuerdo con la dignidad que Dios les ha dado”, expresaba.

Pese a estas críticas del representante de la Iglesia americana, sí que ha elogiado los esfuerzos del Gobierno para ampliar el acceso de las vacunas a la población migrante, y pide rezar por el bienestar de los migrantes vulnerables, “especialmente aquellos que viajan con niños y ancianos”.