Las 10 marchas más sublimes para vivir la Semana Santa

Diez canciones de Semana Santa tradicionales de España que nos sumergen en la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús

Las 10 marchas más sublimes para vivir la Semana Santa

Nico Montero

Publicado el - Actualizado

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En estos días, las calles de España se llenan de música, arte y oración. La Semana Santa es una oportunidad inigualable para disfrutar, en plena calle, de una experiencia multisensorial que nos hace trascender y nos sumerge en el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. La combinación extraordinaria de tallas tan queridas y de tanto valor artístico, acompañadas y acompasadas por piezas musicales muy inspiradas, que las bandas ensayan con tanto fervor y cariño durante todo el año, dan como resultado una extraordinaria oportunidad para conectar con lo sagrado en el corazón de la ciudad.

Hoy os presento en 'Música, Fe y Compromiso10 piezas instrumentales que me parecen sublimes y que nos pueden ayudar a meditar y a vivir desde la interioridad esta Semana Santa. Hay de sobra para hacer muchas más listas y propuestas, empezamos con estas diez para abrir boca. Buscad unos buenos auriculares y a disfrutar de estas melodías que nos hacen tocar el cielo… ¡al cielo con ella!

“Hosanna in Excelsis”

Esta marcha, del alicantino Óscar Navarro, se estrenó en 2009 y va camino de convertirse en una de las clásicas. No hay imagen que a la que no le siente bien llevar detrás una banda de música tocando esta elegante obra que quedó finalista en el concurso Memorial Font de Anta. No hay nada más majestuoso que las trompas de “Hosanna in Excelsis”.

“Mater Mea”

De Ricardo Dorado. Su autor, lo dice todo en inspiración, compendio armónico, empleo de las distintas cuerdas, la culminación en las frases musicales, siempre, manteniendo el preciosismo en todo momento. Una verdadera joya musical.

“Jerusalén”

Compuesta en 1999 por José Vélez. Más que una marcha pareciera parte de la banda sonora. Esta marcha nos transmite la pasión de Cristo y nos conecta con su entrega y su itinerario, desde su nacimiento hasta su muerte, pasando por todos y cada uno de sus momentos fundamentales, finalizando por todo lo alto dejando un sabor de de esperanza al final.

“Solea, dame la mano”

Compuesta por Manuel Font de Anta en el año 1918. Marcha clásica y conmovedora que hace evocar las Semanas Santas que vivieron nuestros abuelos y bisabuelos, y también nuestros padres.

“Amarguras”

Manuel Font de Anta compuso Amarguras alrededor de 1919 (no se sabe muy bien la fecha exacta). Preciosa y popular marcha llena de emoción y una fuerza que contagia y conecta con la amargura y el dolor de la pasión.

“Margot”

Escrita por Joaquín Turina Pérez y Antonio Domínguez Fernández. Una marcha que marcó una época.

“Getsemaní”

También de Ricardo Dorado. Una marcha, sobria, sencilla, solemne y profunda donde las haya... indescriptible lo que uno siente al escucharla...

“Palio Blanco” 

Compuesta por Miguel Sánchez Ruzafa. Esta marcha, caracterizada por sus pasajes con unos pianos sobrecogedores y al mismo tiempo de un contenido armónico inigualable, bien contrastados con sus pasajes fuertes, es -a todas luces-, una gran grabación.

“La Madrugá”

Esta marcha demuestra que la música de Semana Santa puede ser descriptiva. Abel Moreno Gómez, probablemente, la compuso en 1987. Ese carácter fúnebre, esa delicadeza, esa campana que suena a muerte, no pueden pasar de moda. La Pasión al desnudo.

“Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono”

Escrita por Francisco Herrera Míjez. Una gran marcha compuesta en 1.984 y dedicada al Cristo del Desamparo y Abandono de la Hermandad del Cerro de Sevilla.