Vuelve a ver con TRECE la celebración de la Vigilia Pascual presidida por el Papa Francisco

TRECE conecta con el Vaticano para vivir con los espectadores y el Papa Francisco la Vigilia Pascual, con la que se conmemora la Resurrección de Jesucristo tras morir en la Cruz.

Se trata de la celebración más importante del año para las confesiones cristianas, que tiene lugar en la noche del Sábado Santo, y que da paso al Domingo de Pascua. En todas ellas tiene un ritual muy semejante que incluye los símbolos de la luz, el agua, la palabra y la Eucaristía.

Durante la celebración, veremos a los sacerdotes y diáconos revestidos de ornamentos blancos, en señal de alegría por la Resurrección del Señor, aunque normalmente, el sacerdote celebrante suele vestir una casulla dorada debido a la gran solemnidad del acto litúrgico.

Los diferentes momentos que integran la Vigilia Pascual

La Vigilia comienza con el lucernario por el que la Iglesia se encuentra en penumbra para recordar que aún sigue en tinieblas porque Cristo está en el Sepulcro al empezar la Ceremonia.

En la puerta de la Iglesia o en el atrio hay fuego preparado con un brasero o unas brasas en el que se enciende el Cirio Pascual, para simbolizar al Cristo Resucitado. De ese Cirio se encienden las demás velitas que portan los fieles para entender que recibimos la Luz del Señor. Presentado por tres veces como Luz de Cristo se entroniza en el Altar junto al ambón, lugar donde se proclaman las lecturas.

Especial es también el Pregón Pascual cantado que lleva a las lecturas del Antiguo Testamento que hablan de la Creación de Dios al principio y de los momentos que prefiguran la Pascua en el Antiguo Testamento como el Paso del Mar Rojo, una de las lecturas más importantes.

Al concluir la Palabra de Dios del Antiguo Testamento, se encienden las luces y se canta el Gloria. A continuación, llega el turno de la Epístola del Nuevo testamento y se pasa a uno de los momentos más solemnes de la Celebración, que es el Cántico del Aleluya que impregna de gozo el Tiempo Pascual. Es el momento en el que la Iglesia queda iluminada.

Tras del Evangelio, llega la Renovación de las promesas bautismales. En la Noche Santa de Pascua son muchos los que se bautizan ya que el agua recuerda que Cristo, al morir y resucitar, sepultó en el agua del Bautismo el pecado y nos limpió de él.