Jordania se traslada al Vaticano en forma de exposición para presentar los “albores del cristianismo”: “Esto también es parte de Tierra Santa”
El Ministerio de Turismo y Antigüedades del país de Oriente Medio organizan una exposición que estará abierta hasta 2026 y que coincide con el 30 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Jordania y la Santa Sede
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'Jordania: los albores del cristianismo' es el título de la exposición que se instalará en el Vaticano a partir del 31 de enero, y que ayudará a descubrir las raíces del cristianismo en Jordania. Organizada por el Ministerio de Turismo y Antigüedades y la Oficina de Turismo de Jordania, la exposición se presentó el 8 de enero, como primicia en el Hotel St. Regis de la capital jordana.
De jordania al Vaticano
La exposición permanecerá abierta hasta el 28 de febrero de 2026, coincidiendo con el 30 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Jordania y la Santa Sede, y con el aniversario de la visita de San Pablo VI en 1964 al país de Oriente Medio.
El público podrá admirar una colección única de más de 80 piezas que datan del siglo I d.C. y que abarcan las eras bizantina, islámica y hachemita. Muchos de ellos están reconocidos por la UNESCO. También habrá elementos audiovisuales que llevarán a los visitantes a un viaje a través de 2.000 años de historia, dando testimonio del nacimiento, desarrollo y legado duradero del cristianismo en Jordania.
VIAJE de peregrinos a los lugares sagrados de Jordania
La exposición también embarcará a los visitantes en un viaje al pasado de la nación de Oriente Medio, considerada por muchos como la "cuna del cristianismo". Los cristianos en Jordania representan alrededor del 4% de la población nacional de 11 millones de personas.
Se destacarán cinco lugares, empezando por Maghtas, el lugar del bautismo de Jesucristo, que marcó el nacimiento del cristianismo. Pero los peregrinos también podrán conocer el monte Nebo, el lugar del descanso final de Moisés; la Iglesia de Nuestra Señora de la Montaña, que conmemora a la Santísima Virgen María; Tel Mar Elias, donde nació el profeta Elías; Maqueronte, una tierra que cuenta la historia del martirio de San Juan Bautista.
No es sólo una exposición, sino también una celebración de la paz, la unidad y el legado duradero del cristianismo en Jordania, subrayaron los ponentes durante la presentación de este miércoles en Ammán, explicando que la iniciativa invita a los creyentes y a todos los pueblos a redescubrir las raíces de la fe y el patrimonio cultural de la nación.
Salvaguardar el patrimonio cristiano
La conferencia de este miércoles comenzó con un discurso de bienvenida de la Ministra de Turismo y Antigüedades de Jordania, Lina Annab, quien insistió en que Jordania es la "cuna del cristianismo" y que la exposición fue creada en colaboración con el Vaticano. “Esta exposición es una oportunidad para celebrar las raíces de la fe y fortalecer nuestro compromiso en la preservación de estos lugares sagrados”. En particular, mencionó el lugar del bautismo de Jesús como "uno de los lugares religiosos más importantes del mundo".
Annab volvió a explicar que la exposición, "la primera de su tipo", debería ser "móvil", es decir, comenzará en el Vaticano, pero luego, con el tiempo, "viajará" a otros lugares internacionales. Luego subrayó que la iniciativa reafirma "los esfuerzos de Jordania para salvaguardar a los cristianos en Jordania y en la región como parte esencial de su pasado, presente y futuro".
Por su parte, Abed Al Razzaq Arabiyat, director general de la Oficina de Turismo de Jordania, destacó que la experiencia espiritual de la exposición será una "oportunidad histórica" para presentar las "raíces del cristianismo" en Jordania. El "traslado móvil" de la exposición a otros países y continentes - como Italia, Francia, Grecia, Portugal y otros de África y América Latina- permitirá que este patrimonio espiritual sea más conocido en todo el mundo, añadió, destacando que a través de este evento entendemos cómo "Jordania protege y preserva el cristianismo" y promueve la tolerancia, la paz y unidad.
El nuncio: Los cristianos en Oriente Medio representan la continuidad de la fe
Después tomó la palabra el nuncio apostólico en Jordania, monseñor Giovanni Pietro Dal Toso, recordando que las relaciones entre la Santa Sede y Jordania comenzaron hace unos 30 años y que el año pasado se celebró el aniversario con la visita del arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones del Vaticano con los Estados y Organismos Internacionales.
Dal Toso también recordó otra visita, la del Papa Francisco a Jordania en mayo de 2014, y citó la carta especial del Pontífice a los católicos de Tierra Santa el pasado mes de octubre. Subrayó también que la inminente visita del Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, con motivo de la consagración de la iglesia en el lugar del bautismo de Jesús, representa un signo más de la cercanía de la Iglesia a los cristianos de Oriente Medio.
A continuación, explicando que Jordania es "un lugar de convivencia" entre diferentes religiones, Dal Toso afirmó que "en un período de creciente globalización, la comprensión mutua y la armonía son particularmente necesarias". "Debemos recordar la importancia de tener cristianos en Medio Oriente", dijo, "ellos representan la continuidad de la fe en la región desde el principio".
La presencia de Parolin: un signo de cercanía a los creyentes
Además, el nuncio reitera a los medios vaticanos "el valor específico" de esta exposición que es "poner de relieve la larga tradición cristiana en el país", ya demostrada por los testimonios bíblicos, así como "la continuidad de la Presencia cristiana". Dal Toso dice apreciar el título 'El amanecer del cristianismo' porque "en realidad el comienzo estuvo aquí, esto también es parte de Tierra Santa" explica.
También es muy significativa para el Prelado la presencia del cardenal Paroli como legado papal para consagrar la iglesia del Bautismo de Jesús: "Es un signo de particular cercanía del Papa y de toda la Iglesia universal", afirma. "Esta presencia del cardenal no sólo quiere resaltar la importancia del lugar, sino que es precisamente la señal de que la Santa Sede no se olvida de los cristianos de Oriente Medio y, de hecho, desea apoyarlos en todos los medios posibles".