El Papa Francisco pide al Foro de Davos que la IA se ponga al servicio del desarrollo humano: “Nunca puede violar la dignidad humana”

El Papa Francisco vuelve a alertar contra los riesgos y peligros de la inteligencia artificial en su mensaje enviado al Foro Económico Mundial de Davos, el evento anual que reúne en la localidad suiza a 3.000 delegados del mundo político y financiero. 

“La inteligencia artificial es una herramienta con mil potencialidades, pero debe ponerse al servicio de un desarrollo más sano, más humano, más social y más integral”, explicaba el Pontífice y añadía que “de lo contrario, si no mejoran la vida de todos, crean o aumentan las desigualdades y los conflictos”. De manera que, sentenciaba Francisco que “no puede definirse como verdadero progreso”.

El tema de la edición de 2025 de este Foro Económico Mundial, que empezó el pasado lunes y termina este viernes 24 de enero, es 'Colaboración para la era inteligente'. Una “buena oportunidad”, según el Papa, para reflexionar sobre el valor de la inteligencia artificial que plantea “un conjunto único de preguntas y desafíos”.

La IA y la “crisis de la verdad”

En su mensaje, el Papa Francisco se mostró preocupado por el impacto de la IA “en el papel de la humanidad en el mundo” haciendo referencia a “la habilidad, la velocidad y la creatividad con la que esta tecnología ha sido entrenada para crear”.

Para Francisco, el hecho de que esta tecnología esté diseñada “para aprender y tomar ciertas decisiones de forma autónoma” plantea importantes cuestiones “sobre la responsabilidad ética, la seguridad humana y las implicaciones más amplias de estos avances para la sociedad”. Francisco distingue entre la inteligencia artificial, una “extraordinaria tecnología de imitación de la inteligencia humana que hace una elección técnica entre varias posibilidades”, pero que no es como el ser humano, capaz, dice, de “no sólo elegir, sino de decidir con su corazón”.

De hecho, Francisco ha apuntado que el propio uso de la palabra 'inteligencia' en relación con la IA “es inapropiado”, ya que no es una forma artificial de inteligencia humana, sino más bien “un producto de ella que debe utilizarse correctamente”.

Como cualquier otra actividad humana y cualquier desarrollo tecnológico, la IA debe ordenarse a la persona humana y formar parte de los esfuerzos para lograr "una mayor justicia, una mayor fraternidad y un orden más humano de las relaciones sociales”, que son “más valiosos que los avances en el campo técnico”.

“La dignidad humana nunca debe ser violada”

El Papa también advierte del “peligro” de que la IA se utilice para promover el “paradigma tecnocrático”, para el que “todos los problemas del mundo pueden resolverse sólo con medios tecnológicos”. Explica Francisco que en este paradigma “la dignidad humana y la fraternidad están a menudo subordinadas a la búsqueda de la eficiencia”.

“La dignidad humana nunca debe ser violada en favor de la eficiencia. Los avances tecnológicos que no mejoran la vida de todos, sino que crean o aumentan la desigualdad y el conflicto, no pueden llamarse verdadero progreso”, señala el Papa.