ÁNGELUS 22 MARZO
Francisco invita a caminar en la Luz de Dios y a orar juntos por el fin de la pandemia.
A la hora del Ángelus del cuarto domingo de Cuaresma el Papa reflexionó sobre el tema de la luz relatado en el evangelio hodierno.
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“Cada uno de nosotros está llamado a recibir la luz divina para manifestarla con toda la propia vida”: fueron las palabras del Papa a la hora del Ángelus dominical de este cuarto domingo de Cuaresma. Reflexionando una vez más, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, Francisco centró su pensamiento en el tema de la luz del Evangelio hodierno de Juan, que habla de la curación de un ciego de nacimiento, a quien Jesús dona la vista. Francisco afirma que Jesús, “luz del mundo”, es la luz la luz que aclara nuestras tinieblas. Y esto hizo con el ciego, a quien iluminó “en dos niveles, físico y espiritual”, con el propósito de conducirlo a la fe a través de un camino de transformación interior:
Lee aquí las palabras del Papa
El Santo Padre explica que el ciego con la luz de la fe es ahora una criatura nueva, con una nueva identidad, y es capaz de ver el mundo con una nueva luz, fruto de la comunión con Cristo. Y ya no es más “esclavo de la ceguera y del prejuicio”. Su camino de iluminación es metáfora del camino de liberación del pecado al que estamos llamados. El pecado es como un velo oscuro que cubre nuestro rostro y nos impide vernos claramente a nosotros mismos y al mundo; el perdón del Señor nos quita este manto de sombra y de tinieblas y nos da nueva luz.
Al finalizar la oración mariana, el Papa Francisco invitó, en este tiempo de prueba por el coronavirus, a recitar juntos el Padre Nuestro el próximo miércoles 25 de marzo al mediodía y con la misma intención, convocó a un momento de oración, por él presidido, el próximo viernes 27 de marzo, a las 18 horas, en el atrio de la Basílica de San Pedro.