El Papa Francisco pide a la Unión Europea que sea solidaria contra el virus del egoísmo
El Santo Padre ha enviado un mensaje al Foro de la Casa-Europa-Ambrosetti, el encuentro anual internacional sobre temas económicos que se celebra en Italia
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El Papa Francisco ha pedido a la Unión Europea en estos momentos de crisis debido a la pandemia, a ser creativa y responder con solidaridad contra el virus del egoísmo, "que es peor que el de la Covid-19", en un mensaje enviado al Foro de la Casa Europa-Ambrosetti, el encuentro anual internacional sobre temas económicos que se celebra en Cernobbio, en el norte de Italia.
En su mensaje, el papa recordó que la organización de una agenda para Europa también se abordará en este Foro y destacó que "hoy más que nunca Europa está llamada a ser protagonista de este esfuerzo creativo para salir de los cuellos de botella del paradigma tecnocrático, extendido a la política y la economía".
"Este esfuerzo creativo es el de la solidaridad, el único antídoto contra el virus del egoísmo, mucho más poderoso que el de la Covid-19", aseveró. Francisco agregó que la solidaridad "debe extenderse al bien más preciado: la persona humana" y "debe colocarse en el lugar que le corresponde, es decir, en el centro de las políticas educativas, sanitarias, sociales y económicas".
El papa señaló que durante esta pandemia por coronavirus estamos aprendiendo que "de la experiencia de la pandemia que nadie se salva solo" y que "hemos entendido mejor que toda elección personal recae en la vida del prójimo, de quienes nos rodean pero también de quienes, físicamente, está al otro lado del mundo".
Los límites de la ciencia
Y añadió que "nos mostró la grandeza de la ciencia pero también sus límites" y que "ha minado la escala de valores que coloca al dinero y al poder en la cima" y "volvió a proponer - permaneciendo juntos en casa, padres e hijos, jóvenes y viejos - las penurias y las alegrías de las relaciones".
Destacó en este mensaje enviado a los participantes reunidos en Cernobbio, que ante esta situación, la economía tiene que convertirse "en expresión de cuidado, que no excluye sino que incluye, no mortifica sino vivifica, no sacrifica la dignidad del hombre a los ídolos de las finanzas, no genera violencia y desigualdad, no usa el dinero para dominar sino para servir".
El pontífice argentino insistió en la necesidad de cambiar el actual modelo de desarrollo por uno "más saludable, más humano, más social y más integral". Invitó a "vivir una conversión ecológica, para frenar un ritmo inhumano de consumo y producción" y por otro lado a "ser creativos, como artesanos, abriendo caminos nuevos y originales para el bien común".
Francisco exhortó además a "invertir en las nuevas generaciones protagonistas de la economía del mañana, para formar personas dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad y de la cultura del encuentro".