El motivo por el que debes reducir la ingesta de comida y que no tienes en cuenta
La respuesta no está solo en la salud o en mantener tu peso ideal
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La alimentación sana y equilibrada es una de las obsesiones del siglo XXI y una de las claves para mantenerse bien tanto por dentro como por fuera. Las dietas (milagros y asequibles) que nos ofrecen los medios de comunicación y navegando por la red se cuentan por cientos. En cualquier caso, la mayoría de las recetas para adelgazar y mantenerte en tu peso ideal son las mismas: reducir el consumo de carne, azúcar y productos procesados en favor de las frutas, las verduras o el pescado.
Eso y, contrariamente a lo que recomiendan muchas dietas, reducir la ingesta de las comidas, y con ello el importe calórico. Los beneficios para nuestra salud evitando los llamados 'atracones' de comida son considerables: mayor agilidad, mejor descanso en las horas de sueño o una digestión más llevadera, entre otros tantos.
Pero no es solo por una cuestión íntegramente de salud. También existe un incentivo religioso. Es cierto que en el catolicismo no hay alimentos prohibidos, ya que Jesucristo dijo que todos los alimentos eran buenos y que fueron creados por Dios para el servicio de las personas. Pero en este punto cabe recordar que la gula, o lo que es lo mismo, el exceso de comida y bebida, es un pecado capital, porque implica que la sensualidad se adueña de la persona, y esto puede generar otros pecados. Por ello, es conveniente comer de todo, pero siempre con moderación.
Por otro lado, hay productos que los católicos son invitados a no consumir en determinadas fechas, pero nunca porque dichos alimentos tengan ningún carácter de “impureza”. Por ejemplo, se propone prescindir de la carne los viernes de Cuaresma, al considerarse que fue ese día de la semana cuando Jesús fue crucificado. Esta restricción era extensible, hasta mediados de la década de los sesenta, a todos los viernes del año, aunque ahora puede sustituirse por un gesto personal de sacrificio. Es una manera de hacer memoria de la muerte del Señor y de lo que es realmente fundamental para la vida.
El mismo significado tiene el ayuno, que consiste en realizar una sola comida al día. En la actualidad se mantienen dos días de ayuno al año, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.