La reflexión en 'Apuntando a lo alto' sobre la identidad sexual: "No podemos jugar a ser Dios"

En este nuevo programa, Raúl Tinajero junto a sus colaboradores han reflexionado sobre el tema de la identidad sexual, la afectividad y los jóvenes

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En este nuevo programa de 'Apuntando a lo alto' la reflexión en el diálogo abierto junto a los jóvenes se ha centrado sobre la identidad sexual. Hace un par de semanas tuvo lugar en Valladolid un encuentro para afrontar el tema de la identidad sexual, la sexualidad y la afectividad junto a la pastoral con jóvenes y a raíz de ese encuentro ha surgido el tema de discusión de este nuevo episodio.

Tal y como ha apuntado el presentador, Raúl Tinajero “nuestra gran tarea es la de seguir el ejemplo de Cristo en comunidad”. Los colaboradores esta vez han sido Daniel Díaz – Rincón, responsable de jóvenes de la Acción Católica General y también Enrique Alonso, delegado de juventud de la diócesis de Getafe.

"No podemos jugar a ser Dios"

Quique apuntaba que”la identidad sexual está viviendo una tranformación grande, para los cristianos es una crisis, pero realmente esta identidad no es más que ser lo que uno mismo es. Es decir, reafirmar que se es hombre cuando se ha nacido hombre y que se es mujer cuando se ha nacido mujer". Además, también ha apuntado que lo que está marcado biológicamente no se puede cambiar.

Además, “psicobiológicamente” estamos predeterminados a algo. Quique nos ponía el ejemplo de los niños recién nacidos, quienes tienen predisposición a la madre en lugar de al padre. Apuntaba que cuando cambiamos lo “psicobiológico” por lo “ideológico” entra el verdadero conflicto y llegan las grandes crisis de identidad.

Los papeles entre el hombre y la mujer son diferentes y no significa que sean mejores o peores, simplemente diferentes. Además, lo más importante de esa diferencia es que justamente ahí encontramos la complementariedad. Estamos hechos de una determinada manera y hay que defender una identidad. “No podemos jugar a ser Dios” y esto se consigue a través de la formación.

Quique ha querido aprovechar esta conversación para apuntar que la ideología de la liberación sexual al final nos hace esclavos. Además, ha creado una sociedad que se siente sola, en la que los jóvenes se sienten muy solos. “Ninguno estamos en la posesión de la verdad excepto Dios”. Dani indicaba que nosotros somos conocedores de esa verdad pero tenemos que ser conscientes que debemos trasnmitirla al resto con amor. Apuntaba que “la verdad sin amor es insoportable”.

La persona que se ha encontrado con Cristo experimenta un amor que quiere transmitir. Raúl ha querido recalcar que parece que "cuando hablamos de identidad sexual, es un tema que solo atañe a los jóvenes pero al final ellos mismos son víctimas de una sociedad que los utiliza para instaurar su propia idea". Por lo tanto, los jóvenes no están liderando este movimiento, únicamente lo están asumiendo como propio y sufriendo las consecuencias que ello conlleva.

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