El cardenal Amigo presenta en Roma el libro "Luces y sombras de la religiosidad popular"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Luces y sombras de la religiosidad popular" es la novedad del mes de febrero del Grupo de Comunicación Loyola, escrito por el jesuita segoviano Daniel Cuesta SJ, abordando desde el magisterio eclesial de estudios recientes, el lugar teológico que ocupa la piedad popular. Será el próximo 24 de enero a las 17.30, en en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat en Roma, cuando el cardenal arzobispo Carlos Amigo presente esta publicación con la participación del rector de la iglesia, José Jaime Brosel.
Precisamente el cardenal Amigo defiende en el prólogo la mística popular como la manera legítima de vivir la fe cristiana. A pesar de que aparentemente tenga la exclusividad de determinadas fechas señaladas como Semana Santa, Corpus Christi o fiestas patronales, lo cierto es que la religiosidad popular se muestra entre las multitudes y metido en el alma de las gentes: la veneración de los objetos religiosos, las jaculatorias, las imágenes y cuadros piadosos en la casa, el escapulario, la medalla, la estampa en el bolsillo, esa pequeña oración de cada noche? "Es como una memoria cristiana presente y viva, aunque resulte imperceptible", argumenta.
Este libro afronta las limitaciones de la religiosidad popular para cuidar sus potencialidades evangelizadoras y "ser Buena Noticia de Dios, desde la Iglesia, en nuestra sociedad". Su autor, cofrade con gran vocación que ahondó en el libro La procesión va por dentro, de la editorial Mensajero, el gran valor para un creyente del arte y expresión popular de la Semana Santa, ahora profundiza en lo que para el papa Francisco es el "sistema inmunitario de la Iglesia". Analiza varios escritos del Pontífice y los gestos del magisterio del Papa Francisco, como la bendición el día de su elección, la Urbi et Orbi de la Pandemia…
"Lo verdaderamente popular ?porque promueve el bien del pueblo? es asegurar a todos la posibilidad de hacer brotar las semillas que Dios ha puesto en cada uno, sus capacidades, su iniciativa, sus fuerzas" (Fratelli tutti 162).