La oración del día: Jueves de la Octava Pascua
La Pascua va discurriendo de tal manera que no se puede ocultar la alegría que causa la Salvación de Dios
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La Pascua va discurriendo de tal manera que no se puede ocultar la alegría que causa la Salvación de Dios. Hoy, quinto día de la Octava de Pascua, el Resucitado vuelve a resonar en nuestras vidas. ¡Cristo! ¡Alegría del mundo!¡Resplandor de la Gloria del Padre! Bendita la mañana que anuncia tu esplendor al universo. En el día primero tu resurrección, alegraba el corazón del hombre.
En el día primero, vio que todas las cosas eran buenas porque participaban de tu Gloria. La mañana celebra tu resurrección y se alegra con claridad de Pascua. Que nosotros vivamos como hijos de luz y no pequemos contra la claridad de tu presencia. Ya que habéis resucitado con Cristo, aspirad a los bienes de allá arriba, no a los de la tierra. Dejad al hombre viejo con sus achaques y deficiencias, revistiéndoos del hombre nuevo. Lo caduco ya ha pasado.
"Oh Dios,
que has reunido
pueblos diversos
en la confesión
de tu nombre,
concede a los que han renacido
en la fuente bautismal,
una misma fe
en su espíritu
y una misma caridad
en su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios
por los siglos de los siglos.
Amén."