Corpus Christi: Dios nos hace Sagrario de Cristo para los pobres

Recuerda el dicho popular que “tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de La Ascensión”. Aunque esta sentencia se conserva ya no quedan los tres, sino solamente el Jueves Santo”. Pero siguen perdurando en el Año Litúrgico trasladados. Hoy domingo después de la Santísima Trinidad y XII del Tiempo Ordinario, se celebra la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. 

El Evangelio recuerda que el Señor la noche en que iba a ser entregado tomo el pan y se lo dio a los Apóstoles diciendo :”Esto es mi Cuerpo. Tomad y Comed”. Lo mismo hizo con la copa de vino diciendo: “Tomad, bebed. Esta es la Sangre de la Nueva Alianza entregada por vosotros. Haced esto en memoria mía”. Los discípulos celebraban cada día la Fracción del Pan siguiendo el mandato del Señor.

Y en el siglo XIII un sacerdote de Orvieto (Italia) tuvo dudas de Fe acerca de la Presencia Real y Verdadera de Cristo en la Eucaristía. Después de peregrinar a Roma y pedir una señal, un día ocurrió la prueba. Cuando consagró la Sagrada Forma, empezó a salir Sangre de Ella. Los analistas concluyeron que se trataba de Sangre Humana. Por otro lado en Liége (Bélgica) la religiosa Julian de Cornillón tuvo una visión. El suceso tuvo lugar cuando vio un Círculo grande con una pequeña laguna oscura dentro de Ella. La cuestión era clara: Dios le hacía ver que en la Iglesia no se celebraba ninguna festividad espcial en honor de Cristo Eucaristía. 

Ambos hechos tuvieron gran impacto en la Iglesia. Liége dio lugar a un fuerte movimiento eucarístico y el Papa Urbano IV instauró la celebración de este día el jueves siguiente a la Santísima Trinidad. Así sucedía también en España hasta que en 1988 la Santa Sede concedió permiso a la Conferencia Episcopal Española para trasladar la Solemnidad del Corpus Christi al domingo siguiente. La única excepción es que en aquellos lugares en que el Corpus Christi fuese Fiesta Patronal continuaría siendo el jueves.