Martes Santo: El día en que Judas se delata como traidor a Jesús

Al inicio de su Vida Pública el Señor había mostrado a sus discípulos el conocimiento que tenía de ellos, incluso sabiendo que entre ellos está Judas Iscariote, que era un vendido al mecenazgo y al mal, que acabaría traicionándole y vendiéndole, pero a pesar de todo contaba con él. Hoy es Martes Santo y precisamente se refleja el pasaje del anuncio de la traición según San Juan. 

Poco a poco se aproxima la Hora en que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de los gentiles para que lo torturen, crucifiquen y muera, resucitando a los tres días. Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? En todas las dificultades vencemos en Aquel que nos ha amado. El Cenáculo, que nos presenta el Evangelio, es el lugar del Sacrificio Anticipado, pero también el anuncio de la traición: “Uno de vosotros me va a entregar”.

Así se pone al descubierto lo que hay en cada corazón, porque el diablo ya ha metido a Judas, hijo de Simón Iscariote y uno de los Doce que se sienta a la mesa, la idea de entregarlo. Cuando el Señor el dio al traidor un trozo de pan untado, Judas se levanta y sale afuera ante el estupor de los Doce que lo interpretan como una forma de dar la comida a los pobres según se acostumbraba en las fiestas pascuales.

Pero al mismo tiempo, se muestra la cobardía de los otros discípulos, como en el caso de Simón Pedro: “Simón, Simón antes de que el gallo cante esta noche, me habrás negado tres veces”. El pescador le seguía insistiendo que él le seguiría hasta donde hiciese falta, incluso si tuviese que dar la vida por Él. El color morado, sigue estando presente en la Liturgia de estos días penitenciales que nos guían hasta la Pascua.