San Perfecto de Córdoba, mártir en el "Campo de la verdad"
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La Pascua del Señor ha llevado a que muchos cristianos, para igualarse a Él, hayan sido perseguidos por causa de la justicia. Hoy celebramos a San Perfecto, que sufrió la persecución por el Reino de los Cielos. Hijo de padres cristianos, nace en Córdoba, entre los siglos VII y VIII, estando vinculado a la Iglesia de San Acisclo. Es San Eulogio el que nos da todos los detalles para conocer su vida y muerte martirial.
Conocedor del árabe, su vida se encuentra en un tiempo donde arrecia el dominio musulmán. Pero a medida que pasan estos años, esta presencia del Islam se irá recrudeciendo hasta llegara a una mayor intransigencia. Muchos cristianos, entre ellos el propio Perfecto, encabezarán una lista de mártires. Precisamente, en los comienzos del año 850, defenderá la Fe en Jesucristo ante un grupo de musulmanes.
Su ira se incrementará cuando sostiene el error de la religión islámica. Así es acusado de traidor y llevado a la cárcel. Pronto será sacado de la prisión para ser torturado y decapitado, junto al Guadalquivir, en el “Campo de la Verdad”, término denominado así debido a la cantidad de personas que derramaron su sangre por confesar su Amor al Dios Verdadero. Enterrado en San Acisclo, en 1124, sus reliquias se trasladan a la Iglesia de San Pedro.
Y como la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, muchos seguidores de Cristo, que se mantenían escondidos, empezarán a dar la cara con valentía sin importarles morir por el Evangelio. Es la forma de mostrar que todo lo estiman pérdida en comparación con el Reino de los Cielos. En la mente de todos quedaba San Perfecto de Córdoba, conocedor de Cristo Camino, Verdad y Vida, el Único que le haría libre.