Miguel, Gabriel y Rafael: arcángeles fuerza, mensajero y compañía en el camino

Después de celebrarse durante mucho tiempo cada uno en un día distinto, la Iglesia puso en la misma jornada a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

Miguel significa fortaleza de Dios. Su robustez es tan grande que el Libro del Apocalipsis refleja a San Miguel en calidad de jefe de los leales a Dios. La batalla es entre el dragón y sus ángeles secuaces que pelean por rebeldía hacia Dios. San Miguel es fiel al Señor hasta el punto de luchar y vencer al maligno. El cielo era para todos, pero el dragón ha elegido irse de allí y es arrojado al infierno.

Gabriel es el Mensajero de Dios. Es veloz y va con rapidez a anunciar a Zacarías que Isabel, su mujer, a pesar de ser anciana tendrá un hijo al que llamará Juan y cuyo cometido consistirá en anunciar al Mesías. Su fidelidad hace que Dios le encomiende otra misión de mayor responsabilidad. Pero Gabriel también la cumple. Se trata de ir a Nazaret y pedir a una virgen de nombre María que sea la Madre del Salvador. Como la mujer se turba ante su saludo de Ave Llena de Gracia, Gabriel debe explicarla que dará a luz un hijo, Grande, Hijo del Altísimo, que reinará sobre la Casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin. El propio Arcángel dice a la Virgen que cuenta con la gran fuerza del Espíritu Santo. Ante estas palabras María se presenta como la humilde esclava del Señor.

El tercero es San Rafael que acompaña a Tobías en su viaje según cuenta el Libro de Tobit en el Antiguo Testamento. Baja a cuidar de Tobías y Sara su mujer para que el maligno no les haga daño y para que el camino a los desposorios sea feliz. Miguel es abogado en la lucha contra el Maligno. San Gabriel es Patrón de comunicadores y San Rafael, Patrono de los caminantes junto a San Cristóbal.