La cuidadora de una anciana okupa su casa tras su muerte y amenaza con no irse "hasta que lo diga un juez"

En un piso de Leganés falleció el 30 marzo Pilar, una mujer de 70 años. La cuidadora de la anciana, con la que solo llevaba trabajando mes y medio, se encargó de gestionar con la funeraria su traslado e incineración. Tras realizar todos los trámites, decidió quedarse en la casa donde trabajaba. Los hijos de la fallecida no fueron informados en ningún momento de la muerte de su madre y, ahora, la okupa les pide 15.000 euros por abandonar del domicilio. Como es natural, los hijos de Pilar dudan de las causas de la muerte porque, aseguran, la última vez que la vieron tenía "un estado de salud inmejorable".

Rosana, hija de la fallecida, y su pareja Juanjo, atienden a 'El Cascabel' de TRECE para contar los detalles de esta surrealista situación. Ellos explican que "más que cuidadora, era una persona que iba a un par de horas a atenderla, mi madre se valía por sí sola. Antes de contratar a la empresa de desokupación, intentamos contactar con la okupa y hablar con ella. Le ofrecimos hasta 5.000 euros e incluso seis meses de alquiler de un piso, pero ella se rió y me dijo que si le iba a dar 15.000 euros. Me pareció abusivo, totalmente fría, alguien que podría denominar psicópata".

La familia explica que más que una cuidadora, era una asistenta que iba "un par de horas al día"

Su hija cuenta también que la okupa les ha dicho que no se piensa ir del piso hasta que un juez se lo ordene. "Mi madre fallece el 30 de marzo, y yo estaba ingresada por Covid entubada sin poder hablar con nadie. Mis familiares y la policía me avisaron de que había okupado la vivienda esta persona. Los vecinos la vieron sacar bolsas de basura con pertenencias de mi madre".

La pareja de Rosana señala que "de la casa no llegaron a salir, cuando el Suma se llevó el cuerpo de Pilar, ya estaban varias personas dentro de la casa. Fue de madrugada cuando se pusieron a sacar cosas del domicilio, el mismo día de la muerte". Además, su hija explica un punto clave: "Mi madre no le daba las llaves de su casa a nadie, pero esta señora ya las tenía".

La familia ya se ha puesto en manos de un abogado y espera poder resolver esta situación. La funeraria fue informada de que Pilar no tenía a nadie y que por eso su cuidadora se encargaba de gestionar todos los trámites.