Jon Uriarte: “Pretender que una final de Copa se juegue a puerta cerrada es un insulto”
El comunicador de COPE ha publicado una carta en El Correo donde respalda las declaraciones de Ibai Gómez en Tiempo de Juego
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Jon Uriarte publicaba este domingo una carta en El Correo en la que reaccionaba y aplaudía las palabras del jugador del Athletic Club, Ibai Gómez, en El Partidazo de COPE, donde criticaba que se pretenda jugar la final de la Copa del Rey entre su equipo y la Real Sociedad a puerta cerrada. Una carta llena de sentimiento tanto por el club de sus amores como por el fútbol y que te traemos en COPE.
"Todos tenemos una madre. Otra cosa es el padre. El fútbol tiene muchos. Tantos como dinero hay en juego. Aclararé que estas líneas las inspira Ibai. El de Santutxu me emocionó el pasado jueves en EL PARTIDAZO DE COPE cuando dejó claro que prefería jugar la Final de Copa cuando se pueda, con ambas aficiones en las gradas, que antes y a puerta cerrada. Aunque suponga perder la opción de pillar un billete europeo. Como imagino que a estas alturas del artículo, incluso antes, ya habrá alguien indignado que diga que el fútbol es secundario, dejemos claras algunas cosas. Tiene razón. Con los muertos no se frivoliza. Ni con el drama de millones de familias que acabarán en la ruina. Pero si hay gente que se enfada porque no puede correr más de un kilómetro a la redonda, digo yo que podré hablar de fútbol".
"Que ame ese juego no me impide amar y preocuparme por y de otras cosas. Así que hoy quiero hablar de fútbol. Mejor dicho, de la definición que de él da la UEFA. Visto lo solidario y unido que se está mostrando el viejo continente en la maldita pandemia, era de esperar que una asociación deportiva con sede en Suiza tuviera la misma inteligencia emocional que el abuelo de Heidi. Y así ha sido. Una cosa es que aplaudan y nos den palmaditas en la espalda cuando batimos récords de asistencia en la Europa League, incluida cierta salida sin precedentes a Manchester, y otra que tengan corazón".
"No nos chupamos el dedo. Cierto que no resultará fácil abrir y cerrar campeonatos. Y que los clubes que van por delante en las diferentes Ligas merecen puesto en esas competiciones europeas. Pero nada de eso impide que algunos tengamos, una vez más, la convicción de que los mandamases del balón no tienen ni puñetera idea de lo que es el fútbol. De lo contrario, no les sorprendería que dos equipos del sur del continente insistan en jugar una cita así con su gente. Lo que viene siendo, una final de fútbol".
"Todo empezó cuando pasamos de los campos a los estadios. Y de deporte de equipo a competición de egos. Y el puñetero balón, la bota y la braga de oro, todo llegará, ocupa más espacio en los programas y diarios deportivos que lo que ha pasado entre los equipos de media tabla. O del tercero para abajo. Por eso llevan años susurrando sin disimulo sus deseos de hacer una Liga VIP. Esa en la que habrá tantos millones en el verde y en el palco que el balón se convertirá en una excusa más para hacer negocios. Pero entre elegidos. Solo ricos y poderosos. ¿Alguien cree que se jugaría una final de Champions sin público?"
"Advierto que voy quemado. No lo niego. Pero cada vez menos. Hace tiempo que tengo claro que los reyes, incluidos los de Copa, no existen. Son los padres. Los del nuevo fútbol. El que te mira con sorpresa cuando un jugador asegura que prefiere perder la opción de jugar en Europa, con tal de hacerlo ante su afición. Y no solo pasa en Suiza. Vivo y trabajo en Madrid y noto esa mirada. Incluso recluido en casa. Por eso es noticia lo que dice Ibai. Les sorprendemos. También lo piden desde la Real. Pero ellos tienen un merecido puesto para poder lograrlo en Liga. Aún así merecen aplauso. Lo nuestro es otra cosa. Puro romanticismo. Una final es una final. Cueste lo que cueste".
"Jugarla sin la afición sería quitarle el alma. Pero qué les importa eso a quienes vendieron la suya hace tiempo. Y eso vale para los de Suiza y para los de aquí".
"No nos engañan. Los deseos de Rubiales y la bendición de Tebas para que la Final de Copa se jugara más tarde y con público no es altruista. Mis compañeros de deportes han hablado y hablarán de ello. De apoyos para futuras elecciones, de reparto de dineros y de acuerdos firmados con lugares como Sevilla. Por eso, voy a centrarme en la otra parte. La espiritual. Porque la tiene. Empezando por un Aduriz que merece más que ningún jugador que yo recuerde, vivir una cita de estas características. Y el hecho insólito de que Athletic Club y Real Sociedad jueguen una final inédita. Pero hay más. Afecta a ambos clubes y lo entiende cualquier persona con un mínimo de sangre en las venas. Algunos llevan años soñando con esta Final. Por eso hicieron planes. Con su pareja, familia y amigos".
"Y llegó el coronavirus. Una pandemia tan cruel que no permite ni despedir a los seres queridos. Y mucha de esa gente que ya no está, tenia previsto viajar a Sevilla. Había ilusión, esperanza y, sobre todo, cariño. No solo por un escudo y unos colores. Por lo que representan. Personas. Unas están. Y otras se fueron. Pero regresan en citas como esta. Las recordamos. Las lloramos. Y, de alguna forma, animan y aplauden con nosotros. Pretender que una final de Copa de Rey se juegue a puerta cerrada es no tener ni puñetera idea de lo que este deporte representa. Y es un insulto a la madre que lo parió".
"Estoy convencido que la gente de la Real estará con nosotros en esto. Porque hay cosas que no hace falta explicar. Solo sentir. Al menos los hijos e hijas de San Mamés preferimos vencer menos para ganar más. Lo que para los amos del este negocio debe ser ciencia ficción. Llevo años diciendo, y no me cansaré, que el Athletic es una cuestión de familia. Por eso una final con futbolistas pero sin afición, aunque les suene a paradoja los señores de la UEFA, no es fútbol. O al menos no es el que le gustaría a la madre que lo parió".