Marc Vidal explica cómo la 'soga verde' que asfixia la economía alemana repercute en un español: Renuncian
El analista económico Marc Vidal explica las consecuencias de que el gobierno alemán recorta nuevamente su previsión de crecimiento.
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El gobierno alemán recorta nuevamente su previsión de crecimiento. Y no poco. "El ministro de economía de Alemania, Robert Habeck, adelantó ayer que la previsión de crecimiento de su economía bajará al 0,2% desde el 1,3% proyectado hace apenas tres meses", ha explicado en Herrera en COPE, el analista económico, Marc Vidal.
Lo peor no es que el gigante germano se pare, "sino que no hay expectativas de que la recuperación pudiera producirse a corto plazo".
Repercute en el PIB de la zona euro
Y la crisis de Alemania "repercute en el PIB de la zona euro", recuerda. "Que aunque evitó finalmente la recesión técnica, no pudo evitar el estancamiento en el cuarto trimestre del año pasado al crecer sólo un 0,1%. Algo que se deriva del mal comportamiento de la industria alemana que se desplomó un 37% el pasado enero, y donde la química y el metal, sus propulsores tradicionales desde los años 70, cayó un 40%".
¿Cómo puede ser que una industria tan fuerte se desplome así de repente?
"Es realmente sorprendente", advierte Vidal. "Estamos hablando de una economía poderosa, resistente y tecnológicamente muy avanzada. Una industria que pudo con dos guerras mundiales, que superó la imposición del comunismo, la hiperinflación, la división de las dos Alemanias y su reunificación posterior que tuvo un coste incalculable".
La 'soga verde'
Todo eso lo superaron, "pero con lo que no han podido es con la ‘soga verde". "Alemania pudo con todo antes, pero las normativas y leyes climáticas cuya hoja de ruta era inasumible sin este perjuicio formidable, están asfixiando la industria y la economía alemana".
Cierre de las nucleares
Y el cierre de centrales nucleares no ayuda. "El rápido cierre de las plantas nucleares, precipitado por el desastre de Fukushima en 2011 bajo el gobierno de Angela Merkel, incrementó su dependencia del gas natural. Alemania cayó en la trampa simplista y kuki, de avanzar en un futuro verde rápidamente sin tener en cuenta la lesión a la industria que eso iba a suponer".
Y como Alemania no cuenta con un sector de servicios de igual peso que sus industrias de exportación, "esta no puede ser fácilmente compensada por otros sectores económicos que además tienen peor remuneración y exigen una menor cualificación que la tradicionalmente impulsada por la industria manufacturera alemana".
Se remite Marc Vidal a un estudio de la Federación de Empresas Alemanas "que asegura que hay muchos alemanes que renuncian a trabajar en empleos de escaso valor añadido y deciden apelar a la asistencia pública".
Un fenómeno que" no es sólo alemán". "Europa está estimulando una sociedad caprichosa, que considera conquistas sociales cualquier cosa que sea trabajar menos".
"Y ojo porque un mundo donde un joven renuncia a trabajar en algo que ‘no le parece adecuado por su formación’ y prefiere una paguita del Estado, es un mundo sin Salida de Emergencia", concluye el analista.