La reacción de unos militares que deja sin palabras a Lidia, una joven de Valencia que ha perdido su panadería en Paiporta: "Es muy fuerte"
La familia de Lidia ha perdido en las riadas de la semana pasada 7 de sus 9 panaderías, un negocio que da sustento a 50 familias. La joven denuncia en COPE la falta de medios y agradece hasta la saciedad la solidaridad de los voluntarios.
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La terrible Dana que ha asolado Valencia ha cambiado la vida de Lidia para siempre. Su familia es propietaria de varias panaderías, la gran mayoría situadas en las zonas más afectadas por las riadas del pasado martes. Una situación muy delicada porque de ellas depende el sustento de 50 familias.
"No sabemos cuándo ni cómo vamos a volver, porque ahora mismo no tenemos absolutamente nada", lamenta en una grabación desesperada que ha compartido en las redes sociales de la empresa Don Pa Artesans.
Siete de los nueve establecimientos que tienen han quedado "totalmente destrozados". En uno de ellos, el situado en Paiporta, es en el que se encuentra Lidia limpiando para tratar de sacarlo de la "ruina".
Es el mismo local en el que estaba su padre trabajando cuando el agua irrumpió con fuerza y superó los más de dos metros de altura, arrasando todo a su paso.
Mi padre estuvo más de siete horas encaramado a las vigas del techo de la panadería
Su familia ha pedido 7 panaderías en las zonas más afectadas por la Dana
siete horas encaramado al techo de la panadería
Lidia recuerda con angustia el tiempo en el que no conseguían contactar con él. Afortunadamente está bien gracias a que unos vecinos pudieron rescatarle ya de madrugada y "tras más de siete horas encaramado a las vigas del techo de la panadería". "Está vivo de milagro y porque unos valientes entraron de lo contrario, no estaría aquí".
Para hacerse una idea hay de la fuerza con la que entró el agua, relata a COPE "hay congeladores y maquinaria que pesa toneladas que llegó a ser levantada por la fuerza del agua".
La fuerza del agua levantó maquinaria de los obradores que pesa toneladas"
Su familia ha pedido 7 panaderías en las zonas más afectadas por la Dana
faltan medios y sobra agradecimiento
Ahora solo les queda salir adelante. En este camino, a Lidia le faltan medios pero le sobra agradecimiento. En medio del caos y de la desesperanza tiene palabras de recuerdo para todos los voluntarios que la están ayudando para poder ver "un poco de luz".
"Tiramos para adelante gracias a su apoyo", explica a cope.es. Entre ellos hay desconocidos, vecinos y los propios trabajadores de la empresa que sin saber si quiera si recuperarán su trabajo "se están volcando como la familia que llevamos siendo desde los 37 años que lleva esta panadería en pie".
Incluso con accesos cortados consiguen venir con herramientas"
Su familia ha pedido 7 panaderías en las zonas más afectadas por la Dana
El pueblo también está echando el resto y "se está volcando como nunca, incluso con accesos cortados consiguen venir con herramientas. Gracias a ellos estamos consiguiendo avanzar".
"NO SE SALVA NADA"
Lidia no es capaz de cuantificar todo lo que han perdido. "Es incalculable porque en las panaderías había tres obradores con toda la maquinaria y no se salva absolutamente nada".
Este domingo encendieron algunos congeladores de uno de los obradores para ver si eran viables, pero en balde, "todo ha quedado devastado".
necesitan herramientas para limpiar
Para limpiar necesitan lo más básico, pero ni eso encuentran. Consiguió de una amiga una máquina Kärcher, que proyecta agua a presión. Pero la labor es de tal envergadura que con una no es suficiente, así que piden alguna más, además de palas o rastrillos. para poder quitar el barro.
Cuando cerramos la persiana, la gente roba las palas, escobas, rastrillos"
Su familia ha pedido 7 panaderías en las zonas más afectadas por la Dana
La cosa se complica más si cabe al caer la noche. "Cuando cerramos la persiana, la gente roba las palas, escobas, rastrillos, estamos todos igual y están al acecho".
También necesitan maquinaria para poder levantar las "máquinas más pesadas y poder limpiar" ya que muchas de ellas bloquean el paso. Para ello necesitan una ayuda que no llega, la de las autoridades y de los militares.
dieron orden al ejército de irse de la panadería
En este sentido, este domingo Lidia tuvo que vivir una situación "muy fuerte". "El ejército estuvo ayudándonos durante media hora" pero de repente "altos cargos les dijeron que desalojaran de nuestra panadería porque era una propiedad privada". Incrédula, se acercó a una militar para preguntarle si eso era verdad'. "Llorando solo pudo decirme que lo sentía". "Estamos muy solos", lamenta.
A la dificultad de la limpieza se suma la lluvia, que tampoco da tregua. "Ayer por la tarde sobre las seis empezó a llover y no ha parado en toda la noche. Cuando piensas que vas a ver un poco de luz vuelve la oscuridad", concluye.
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