El Gobierno admite que compró al menos 50.000 test fallidos a la empresa china, no solo 9.000

El Ministerio de Sanidad se justifica diciendo que esta compra supone un porcentaje muy pequeño si se compara con los 5,5 millones de test adquiridos

El Presidente del Gobierno y el Ministro de Sanidad en los pasillos del Congreso de los Diputados

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Ministerio de Sanidad que dirige Salvador Illa ha admitido, 24 horas después de anunciar que el Gobierno fue timado en la compra de las pruebas del coronaviru, que la cantidad defectuosa comprada no es solo de 9.000 test sino que ascienden a 50.000 los test rápidos defectuosos que España compró a una empresa China a través de un intermediario español, según informaciones de TVE y la cadena SER.

El problema de estos test rápidos es su falta de precisión: tienen una sensibilidad del 30%, mientras que la prueba tradicional, la técnica conocida como PCR (reacción en cadena de polimerasa), más lenta, pero que ha sido hasta ahora la referencia, supera el 80%.

Desde Sanidad se defiende que esta compra fallida supone un porcentaje muy pequeño si se compara con los 5,5 millones de test adquiridos en China.

Tan solo 24 horas antes, Salvador Illa, justificaba la compra de una partida de tests rápidos para detectar el contagio de coronavirus que no cumplen los estándares en que se hizo a una empresa nacional, cuyos productos tenían la marca CE, lo que dio "todas las garantías".

Ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, el titular de Sanidad, aseguraba que "verificamos el fabricante" que "era un proveedor de confianza y le hemos dicho que no cumplen los estándares y hemos pedido que nos los cambien".

En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha detallado en un comunicado que esta operación, que no está relacionada con la compra de material sanitario anunciada el pasado miércoles por Illa, se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de sus proveedores al Gobierno de España.

Además, Sanidad subraya que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) analizó la documentación aportada por la empresa respecto a los estudios clínicos realizados por el fabricante chino, así como se comprobó que no existía ninguna alerta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre este producto.

"Las primeras pruebas del test rápido se realizaron en paralelo en un hospital de Madrid y en el ISCIII y en cuanto se detectó una escasa sensibilidad, se dio orden inmediata de retirada; y se contactó con el proveedor que lo va a sustituir por otro tipo de test", relata Sanidad.

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