Francia, a favor de endurecer las penas por casos graves de contaminación
Los casos de mayor magnitud podrían llegar a penas de hasta 10 años de prisión y multas económicas de 4,5 millones de euros
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Francia dio un paso más en la lucha contra el cambio climático aprobando, el sábado 17 de abril, la creación de un nuevo tipo de crimen, el conocido como 'ecocidio'. Este, como su nombre deja entrever, se aplicará sobre aquellas acciones graves en contra del medioambiente, bien sea contaminando la tierra, el agua o el aire.
La propuesta ha conseguido el visto bueno de la Asamblea Nacional, registrando 44 votos a favor y solo 10 en contra, aunque para ser aprobada definitivamente tendrá que refrendarse en el Senado, el próximo 4 de mayo.
Otro punto a destacar es que se pretendía tipificar, desde el principio, esta infracción como crimen y no cómo delito, debido a su gran magnitud y repercusión y aumentando, de forma más que notable, las condenas y sanciones sobre esta materia.
Esta medida forma parte del proyecto de ley francés sobre el cambio climático, que busca proteger el medio ambiente y conseguir un desarrollo más sostenible. De salir adelante, y según lo explicado por Barbara Pompili, ministra de Medio Ambiente del terriorio galo, el conocido como 'ecocidio' solo se aplicará a los casos más graves que atenten contra el medio ambiente.
Según esta propuesta, los infractores podrán ser sancionados con medidas muy severas, como penas de prisión que podrían llegar a la década entre rejas, o sanciones económicas que alcanzarían un máximo de 4,5 millones de euros. Para medir de forma gradual qué penas se imponen y cómo de grave es el delito cometido, uno de los baremos que se utilizarán será el grado de intencionalidad.
Como es lógico, esta normativa solo aplica bajo territorio francés, por lo que de manera internacional no tendría ningún tipo de validez.
Sin embargo, y según lo que comenta Pompili, el objetivo es que se castiguen de una manera más severa los ataques que puedan llegar a ser duraderos y atenten sobre el ecosistema presente en el país galo. Es decir, aquellos ataques contra el agua, la tierra o el aire, así como por otro lado, hacer valer ejemplo y las intenciones que Francia tiene con esta lucha global y con el cumplimiento de la conocida como Agenda 2030.
El origen de la propuesta
Esta idea nació del proyecto conocido como la Convención Ciudadana por el Clima (por sus siglas, CCC), una agrupación de 149 ciudadanos franceses seleccionados de forma aleatoria por el Gobierno para generar debate en torno a temáticas relacionadas con el medio ambiente, así como para conocer y estudiar qué medidas concretas pueden ser útiles y se podrían llegar a aplicar en esta lucha.
La CCC se podría definir como una especie de experimento político propuesto por el gobierno de Emmanuel Macron para tratar de crear vías de democracia participativa en el país galo, siendo esta propuesta climática la primera gran medida que ha salido de esta iniciativa.
De hecho, esta misma Convención Ciudadana fue la encargada de definir el término 'ecocidio', una palabra que cada vez se hace más frecuente escuchar tanto en los medios, como en los discursos políticos, y no solo en boca de activistas como podría ser, por ejemplo, la sueca Greta Thunberg.
Según su definición, un 'ecocidio' es "toda acción que haya causado graves daños ambientales al contribuir, de manera manifiesta y significativa a sobrepasar los límites planetarios, cometiendo esta acción teniendo en cuenta el conocimiento sobre las consecuencias que produciría o que podría producir y que, por contra, fueron ignoradas".