El discurso de Felipe VI a los nuevos jueces
"Con sus palabras, Felipe VI ha dado un espaldarazo a todos los jueces, también a quienes se ven expuestos a campañas insidiosas lanzadas desde el Gobierno"
Madrid - Publicado el
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La entrega de despachos a la nueva promoción judicial ha servido para escenificar el contraste que se produce hoy la política española. Presidido por el rey Felipe VI, con la presencia de la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, del ministro de Justicia y del investigado fiscal general del Estado, el acto se convirtió en un ejercicio de pedagogía pública acerca del valor de las instituciones y de la imprescindible independencia judicial. Felipe VI no solo habla con sus discursos, lo hace con la oportunidad, la dignidad y la responsabilidad de quien es hoy un baluarte indiscutible de los valores sobre los que se asienta nuestro Estado de derecho.
La referencia del monarca a la necesidad de que los nuevos jueces se desenvuelvan “siempre bajo las estrictas exigencicas éticas, convirtiendo su desempeño profesional en un constante ejercicio de rectitud que refleje la confianza de los ciudadanos” es una profunda llamada de atención a quienes se convierten en usurpadores morales de su cargo institucional. Con sus palabras, Felipe VI ha dado un espaldarazo a todos los jueces, también a quienes se ven expuestos a campañas insidiosas lanzadas desde el Gobierno debido a los casos de posible corrupción que están investigando. Por otra parte, la reivindicación de la independencia y profesionalidad de los jueces por parte de la presidenta del Consejo del Poder Judicial, Isabel Perelló, es en este momento mucho más que una mera formalidad de oficio.