El verdadero rostro de la Iglesia
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Madrid - Publicado el
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Cada euro que cada contribuyente asigna cada año, de forma voluntaria, a favor de la Iglesia en su Declaración de la Renta, se termina multiplicando por 4 en valor social. Si nos fijamos solo en el ámbito educativo, la Iglesia ahorra al Estado un estimado de 4600 millones de euros, debido a la eficiencia en la gestión del gasto en los centros y la baja dotación de los conciertos en comparación con la enseñanza pública.
Las cifras, que se pueden consultar al detalle en la web de la Conferencia Episcopal Española, impactan, pero interpelan de manera especial los rostros que están detrás de cada uno de los números que aparecen. La atención integral que la Iglesia ofrece a todas las personas, sin importar su origen o condición, es un auténtico tesoro que está bien medir, pero que va mucho más allá de la cifra concreta, porque no cabe confundir valor y precio, y el valor de cada persona que está en el corazón de está Memoria es el valor infinito propio de cada ser humano.