La actriz de teatro de Almería a la que asesinaron en plena obra: la audiencia ni se enteró y se mantuvo en secreto hasta ahora
Expósito cuenta la desconocida historia de Concha Robles a través de la voz de su nieta Teresa, que relata cómo pasó de los escenarios al trágico final
Madrid - Publicado el - Actualizado
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España vivía en 1887 en plena Restauración borbónica, un período de relativa estabilidad tras décadas de conflictos. La sociedad era mayoritariamente rural, aunque la industrialización empezaba a llegar a regiones como Cataluña o el País Vasco. En otras zonas de España, la base de la subsistencia para la población era el cultivo de cereales, vid, olivos o la pesca, importante en zonas de costa como Almería.
Y allí, en esta provincia rural marcada por la desigualdad de clases, nace una mujer valiente e inspiradora de quien Expósito contaba su historia este jueves en La Linterna: Concha Robles.
Concha Robles conoce a su marido
Concepción Robles Pérez nació en el seno de una familia vinculada al teatro. Concha o Conchita, como la llamaban, triunfó desde joven en los escenarios. Especialmente cuando llegó a Madrid. Así, a los 25 años entró en la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz que era la primera compañía artística de España.
Fue allí, en la capital, cuando conoció al comandante de Caballería Carlos Berdugo, un hombre 14 años mayor que ella y padre de dos hijas. Era el año 1918 y Concha se enamoró y contrajo matrimonio. Al poco tiempo, el apuesto comandante de Caballería Carlos Berdugo mudó a su auténtica piel: la de un hombre posesivo, celoso, controlador, que quiso separar a Concha de su pasión, el teatro.
Su nieta, Teresa Robles, lo cuenta en La Linterna: “ella se casa en 1916, siendo, efectivamente, ella como era, encima se casa con un viudo militar, encima era un juerguista, era un borracho jugador, mujeriego y era un maltratador”, recuerda sobre su abuela. “Lo primero que hace es, claro, obligarle a dejar la escena”.
Pionera feminista
A pesar de las dificultades, Concha no se dejó amedrentar y, en un tremendo acto de fe, pidió la anulación del matrimonio. Y ello a pesar de que en aquella época no existía una ley que contemplara el divorcio. Aun así, la sentencia falló a favor de la actriz pretendiendo, quizá, salvarla de lo que sería su destino.
“Es la primera, que yo sepa, que consiguió la separación ante un juez y volvió con sus padres, con mis bisabuelos”, destaca su nieta en los micrófonos de COPE. “Entonces ella empieza a trabajar en el teatro y es cuando ella lucha por su independencia y por todo lo que ella le gustaba”, explica. Y es que el marido “no quería que volviese a la escena”.
Un crimen en Almería
Separada de su maltratador, Concha regresó al teatro y a su querida Almería. Una vez allí disfrutó de la actuación colgando el cartel de 'no hay entradas' noche tras noche. Sin embargo, la tarde del 21 de enero de 1992, antes de que comenzara la función, Carlos Berdugo se coló en el teatro, se escondió entre bambalinas y en mitad del primer acto irrumpió en el escenario y asesinó, en primer lugar, a un joven aprendiz de tan solo 16 años que quiso cortarle el paso. Acto seguido, le asestó dos tiros a Concha, por celos: uno en el pecho y otro en el corazón.
“Los compañeros le dirían “mira, fíjate en este es su mujer” y se burlarían de él, lo que le enrabietaría cada vez más”, lamenta su nieta con Expósito, a la vez que señala que el maltrato “al final, por muchos 100 años que hayan pasado sigue existiendo igual”. “El marido se la tenía jurada y dijo, “pues no, tú no vas a conseguirlo, porque que eres mía y porque te has ido de mi lado”, concluye.
Que la historia no borre su nombre, que se la conozca, sobre todo por ser una persona luchadora"
Nieta de la actriz Concha Robles
Acaba de cometerse un asesinato machista pero la sociedad todavía no conocía ese término. De hecho, el público del Teatro Cervantes de Almería gritaba entusiasmado aplaudiendo el realismo de los efectos de la obra. Nadie se había dado cuenta de lo que realmente acababa de pasar. Concha moría minutos después sobre el escenario, acompañada del último aplauso que recibiría de su tierra.
“Una persona muy adelantada a su época”, destaca su nieta. “Ella quiso luchar por algo que ella quería y que era la única forma de conseguirlo, y entonces la asesinó en Almería en el Teatro Cervantes, que la historia no borre su nombre, que se la conozca, sobre todo por eso, por ser una persona luchadora”.
Un secreto hasta ahora
Desde el mismo día de su asesinato, el nombre de Concha Robles fue borrado, deliberadamente, de la historia. No fue difícil para el asesino... un militar condecorado que, al contar con amistades influyentes, eliminó cualquier rastro de su terrible crimen. “Hace como seis años o siete no había nada por internet”, señala Teresa. “Como el exmarido que tenía Concha Robles era militar, pues en aquella época se silenciaba todo y dentro de los militares se tapaban antes cosas”.
Intentaron que no actuara, que no cantara, que no fuera libre, pero se reveló como ninguna mujer podía hacerlo. En tiempos oscuros luchó por su libertad, por la libertad de las miles de mujeres que, como ella, sufrieron en silencio el maltrato de su marido.
Hoy, y gracias al documental de David Miralles titulado 'Concha Robles, el precio de la libertad', recordamos la extraordinaria historia de una valiente mujer que quiso ser libre luchando contra la violencia machista. “Para que su nombre no lo borre la historia”, concluye Expósito.