Línea Editorial COPE: Una tregua olímpica

Arrancan esta semana los Juegos Olímpicos. París, ciudad de gran impronta olímpica, los acogerá por tercera vez en su historia. La celebración de los Juegos, tanto Olímpicos como Paralímpicos, tendrá lugar entre el 24 de julio y el 8 de septiembre. Los Juegos, ya desde su origen genuino en la Grecia clásica, han sido sobre todo lugar y tiempo de encuentro y convivencia pacífica entre los pueblos. El Papa lo ha querido recordar en estos días. Este mismo domingo Francisco nos ha animado a entender el deporte como una gran fuerza social, capaz de unir a personas y a pueblos diferentes; ha pedido que los atletas sean modelos de paz y ha abundado en la necesidad de una tregua olímpica. En el mensaje que ha enviado al arzobispo de París, el Papa ha recordado que por su propia naturaleza, los juegos son portadores de paz y no de guerra y que se presentan como una ocasión magnífica para superar las diferencias, y para promover la estima donde hay desprecio y desconfianza, o la amistad allí donde hay odio. En tiempos de utilitarismos rampantes, puede parecer un simple gesto iluso, pero la sabia tradición de la tregua olímpica nos interpela profundamente. Como subraya el Papa, la tradición instituida en el mundo antiguo nos urge hoy, en nuestra época herida, llena de conflictos y en la que la paz se encuentra seriamente amenazada. Ojalá que los Juegos Olímpicos vuelvan a ser una vez más espacio para la concordia, y el deporte, como lenguaje universal que es, nos ayude a entender, con particular claridad en estos próximos meses, que formamos parte de una única familia: la familia humana.