Este es el sencillo gesto que te puede ayudar a superar esa sensación de que no te mereces lo que has conseguido
El síndrome del impostor afecta a un gran número de personas y puede provocarnos ataques de ansiedad y problemas en la vida laboral
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Hay ocasiones en las que conseguimos alcanzar un objetivo que teníamos propuesto y a la gran sensación de alegría la sucede una creciente inseguridad. Empezamos a preguntarnos si realmente estamos a la altura de lo que se supone que hemos hecho o, simplemente, ha sido suerte.
Si por puro azar a la hora de responder una serie de preguntas de un test, terminaras teniendo que pilotar un cohete a la luna sin tener ni idea, lo más normal es que sintieras que vas a fracasar. El problema viene cuando realmente somos expertos en la materia, pero nuestra inseguridad nos hace pensar lo contrario.
Sin llevarlo al extremo de pilotar un cohete, en el día a día de muchas personas existe ese miedo a que se descubra que no son tan buenos como parece. Aunque la realidad sea que sí tenemos las habilidades y conocimientos óptimos, no podemos evitar sentirnos unos impostores.
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El síndrome del impostor
Dudar constantemente de nuestras capacidades no hace más que minar nuestra autoestima haciendo crecer esta sensación de ser un impostor o un fraude. Aunque no sea ni una patología ni una condición mental, puede afectarnos a la salud mental, provocándonos ataques de ansiedad o estrés.
Si bien es cierto que en algunos momentos, esta autoexigencia nos haya llevado a ser mejores, no podemos dejar que nos domine y se termine convirtiendo en un autosabotaje.
La clave para superar el síndrome del impostor
Lo principal si suponemos que podemos estar sometidos ante este síndrome es buscar ayuda profesional para que los expertos puedan evaluarnos y recomendarnos el mejor tratamiento posible. Sin embargo, sí que hay algunas pautas o consejos que podemos seguir de manera general.
El más importante es tener en cuenta nuestros logros pasados. Tomar cierta perspectiva puede frenar los pensamientos negativos acerca de nuestra valía. Para ello viene bien también celebrar cada victoria que tengamos, ya sea algo grande o algo pequeño.
Otros consejos que pueden venir bien son:
- Reconocer el problema: este es siempre el primer paso de un camino de rehabilitación. Hay que ser conscientes no solo de lo que nos ocurre, sino de cómo nos comportamos y cómo nos afecta.
- Comprobar cómo nos ven los demás: para hacer frente a lo que decimos de nosotros mismos en nuestra contra, puede ser fundamental escuchar los comentarios de otras personas. De esta manera, si son buenos, nos puede ayudar a consolidar nuestra imagen y, si son correcciones, nos permite ser conscientes de nuestras limitaciones reales y ponerles remedio.
- Ajustar nuestras expectativas: cuando hablamos acerca de estar o no a la altura de algo tenemos que ver cuál es esa altura a la que nos referimos y quién la ha puesto ahí. Quizás, si nos exigimos demasiado, nos parece que nunca conseguimos lo que queremos, pero, realmente, estamos cumpliendo con lo que esperan de nosotros.
Además, de cara a cuidar nuestra salud mental en general, el ejercicio físico puede ser altamente beneficioso. Según la Organización Mundial de la Salud, con 150 minutos a la semana en los que practiquemos algún deporte o ejercicio nos mantendremos en forma tanto física como mentalmente.