Las hemorroides que Luis XIV sufrió en silencio durante años que derivaron en el himno de Inglaterra
El 'Rey Sol' se sometió a una intervención que contribuyó en gran medida a dignificar el trabajo de los cirujanos y dio origen a uno de los himnos más importantes del mundo
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Luis XIV, más conocido por muchos como el 'Rey Sol’, fue una de las figuras fundamentales en la monarquía absolutista que fue capaz de llevar a Francia a una de sus etapas de mayor resplandor.
No obstante, y lejos de lo que muchos pudieran pensar, no todo había sido gloria para el monarca, quien durante muchos años había estado sufriendo en silencio. Durante muchos años, Luis XIV había sufrido varios problemas intestinales, lo cual desencadenó en unas hemorroides y derivó en última instancia en una fístula anal.
A día de hoy, las fístulas y los problemas digestivos e intestinales son patologías poco graves, que con una tratamiento pueden resolverse relativamente rápido y generalmente no generan demasiados problemas. No obstante, la medicina en el siglo XVII todavía estaba despegando y se estaban investigando nuevas formas para poder tratar cualquier tipo de afección. Es por ello que, por aquel entonces, sufrir de alguna de estas afecciones podían suponer graves problemas de salud, incluso la muerte, si la enfermedad se complicaba. Más aún si se sometía a una intervención quirúrgica, cuyo riesgo de fallecer era aún mayor. De hecho, no se puede olvidar que el rey Enrique V de Inglaterra y Juan de Austria, el hermano de Felipe II, fallecieron a causa de una de estas afecciones.
La intervención del ‘Rey Sol’
Los dolores a los que tenía que enfrentarse diariamente Luis XIV eran terribles y por ello, en el año 1686 decidió someterse a una intervención quirúrgica que pudiera acabar con aquella fístula anal que tantos dolores de cabeza le estaba trayendo. Tras diez años sufriendo en silencio, l ‘Rey Sol’ apenas podía permanecer ya en pie, le costaba caminar y no podía montar a caballo, una de sus grandes aficiones.
El cirujano Claude François Félix de Tassy fue quien convenció al Monarca para someterse a la intervención, aunque ni tan siquiera él había hecho una operación quirúrgica de ese tipo, por lo que decidió experimentar con otras personas. Tras varias intervenciones, en algunas de ellas hubo algún que otro contratiempo, Félix de Tassy decidió que era el momento de llevar a cabo la operación al Rey.
Todo estaba preparado para liberar a Luis XIV de sus dolores. La operación se llevó a cabo en el palacio de Versalles. Es destacable mencionar que incluso se realizó con el ‘bisturí real’, que aún a día de hoy está expuesto el Museo de Historia de Medicina. La intervención fue un éxito y más tarde recompensó al Claude François con una fortuna de 300.000 libras, un terreno en Normandía e incluso un título nobiliario. Sin embargo, la intervención a la que se somtetió el Monarca francés sirvió para dignificar en gran medida el trabajo de los cirujanos.
El origen del 'God Save the Queen'
Tan solo dos meses después de la operación, Luis XIV apareció ante el pueblo francés montando a caballo. La alegría de los franceses fue tal e no encontraron mejor forma de celebrarlo que con música. Fue el reconocido compositor Jean Baptiste Lully quien puso la melodía al gozo de la ciudadanía francesa, que llevaba por título ‘Grand Dieu sauve le Roi’, que significa ‘Gran Dios salve al Rey’.
La canción fue todo un éxito y cuando llegó a manos de Jorge Federico Handel, quien posteriormente fue el músico de cámara del Rey Jorge de Hannover, más conocido como Jorge I cuando fue nombrado Rey de Inglaterra. Handel cambió la canción a ‘God save the King’. Desde entonces, ha sido tradicionalmente utilizada como himno nacional de Reino Unido, así como el himno de la Familia Real británica. A día de hoy tiene su variante ‘God save the Queen’. Una melodía convertida en himno, uno de los más importantes del mundo, que en realidad nació de un dolor callado durante años y una fístula anal.