El dueño de un bar de Barcelona responde la reseña de un cliente y su queja por no tener mesa: "Impresentable"
La tensión y la crítica fue incrementándose por momentos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Localizar un restaurante bien valorado gastronómicamente es muy sencillo gracias a las reseñas de los clientes que acuden a los establecimientos. Su lectura da una noción de lo que puede encontrarse ahí y si es acorde a lo que queremos o no. Muchas veces, este tipo de comentarios y las respuestas de los propietarios se convierten rápidamente en viral por la ironía que emplean en muchas ocasiones. Algo así sucedía con la contestación del encargado de un restaurante que se encuentra en Barcelona y que tiene una nota media de 4,5 sobre 5.
Todo arrancaba con la queja de un cliente molesto que explicó que, de camino al restaurante, les cayó un "tremendo aguacero". Cuando llegó preguntó al encargado si habría posibilidad de cenar. "A lo cual, y viendo que mi pequeña de 20 meses estaba literalmente empapada bajo la lluvia junto a mí y mi mujer, nos respondió que no había tal posibilidad y que no se iba a liberar ninguna mesa en ningún momento ya que en breve iba a cerrar la cocina".
Dicho usuario aseguró que no eran ni las 22.00 horas y añadió que "en ningún momento, dicho encargado nos ofreció cobijo de la lluvia y no habló de mí siquiera, sino de mi bebé de 20 meses, siendo numerosos clientes los que, alucinando con la situación, se solidarizaron con nosotros ofreciendo chaquetas o toallas para poder guarecer del temporal". La crítica no acabó ahí pues el cliente explicó que "en cuanto a humanidad, dicho encargado ha dejado la imagen del bar por los suelos". Por último, aseguró que "espero que, si algún día decide ser padre, nunca se encuentre en una situación tan extrema con un impresentable como él".
"¿Qué tal si llevas un paraguas o cobertura porque el día se anunciaba lluvioso?"
La respuesta no tardó en llegar y el encargado no dudó en criticar punto por punto las palabras de este usuario. "¿Y qué tal si no sacas a tu bebé de 20 meses en un día que estuvo nublado desde la tarde y con advertencia de lluvias fuertes directas al móvil por si las nubes no te eran suficiente? ¿Qué tal si llevas un paraguas o cobertura porque el día se anunciaba lluvioso? ¿Qué tal si no usas a tu niña como excusa para saltarte la fila y que se se te de un lugar en el restaurante antes de que la gente que lleva tiempo esperando? ¿Qué tal si en lugar de pelearte con quien hace su trabajo y tener a tu hija bajo el agua entiendes que llegaste tarde y si caminas 20 metros al café de al lado resguardas a tu niña?".
El cabreo del dueño del restaurante es evidente ya que incluso asegura que "el impresentable" es el cliente. Además, acusó al usuario de usar a su bebé "como si fuera una tarjeta vip" y "esperando que todos nos movamos para darle una protección que a ti te está importando poco. Tu niña ahí mojándose y tú discutiendo tu cena en un lugar lleno y con lista de espera. La gente no te ayudó a ti, ayudó a tu niña".
La tensión y la polémica, en este caso, estaba servida. Por desgracia, no siempre son buenas las experiencias ni las reseñas por parte de los establecimientos ni los clientes. Y este es un ejemplo de ello.