Prohíben la entrada a las despedidas de soltero en algunos establecimientos de nuestro país
Las despedidas de soltero generan cada vez más a problemas entre los vecinos y dueños de los locales de las principales ciudades
Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Las despedidas de soltero comienzan a ser un verdadero problema para muchos establecimientos de nuestro país. Y es que cada vez son más los que anuncian en sus normas, la prohibición de entrada de aquellos que están celebrando una despedida de soltero.
En Málaga, por ejemplo, los actos incívicos son cada vez más, llegando incluso a llevar a cabo concentraciones realizadas por los vecinos del centro de la ciudad con el fin de lanzar campañas en contra de todos los perjuicios que causan.
Pero no solo ocurre en Málaga, también supone un problema en otras de las principales ciudades de nuestro país donde el sol y el buen tiempo son los protagonistas. Y es que las calles son ocupadas por muchas celebraciones de este tipo, donde la diversión se convierte -en la mayoría de ocasiones- en auténticos momentos de tensión a consecuencia del alcohol y drogas.
Dichas consecuencias derivan a problemas sociales con los vecinos, que están hartos del vandalismo y de los ruidos ocasionados por algunos de estos grupos, que no saben muchas veces dónde está el límite.
El desmadre de las despedidas de soltero, llega hasta tal punto, que la vigilancia en el AVE ha aumentado, puesto que la mayoría suelen utilizar este medio de transporte para trasladarse a los destinos y comienzan la fiesta en el vagón del bar. Es ahí cuando se empiezan a producir los verdaderos problemas.
La identificación de estos grupos de despedida suele hacerse por la vestimenta que llevan, pues la mayoría utilizan disfraces que los diferencian del resto y buscan llamar la atención con una temática graciosa. A pesar de la ropa que pueden llevar, lo cierto es que ya existen establecimientos que empiezan a prohibir la entrada de estos grupos, ya que para algunos propietarios de la felicidad se pasa a la “borrachera” y en ocasiones pueden "espantar" a la clientela habitual.