La verdadera función del botón de recirculación del aire de tu coche: empezarás a usarlo más
Existen varios botones junto al de la calefacción y el aire acondicionado y puede que no conozcas todas las utilidades que en realidad tienen
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Para los que no suelen leerse el manual del vehículo al dedillo, la mayoría de coches modernos vienen equipados con una gran variedad de botones junto a los del aire acondicionado y la calefacción. No obstante, en la mayoría de los casos nos limitamos únicamente a estos dos, dejando de lado las diferentes funcionalidades que esconden el resto y que pueden sernos de lo más útiles. Es el caso, por ejemplo, del botón de recirculación del aire.
Se trata de un sistema que viene señalizado con un dibujo representativo del coche con una flecha circular incluida en el centro. Cabría pensar, como es lógico y su propio nombre indica, para recircular el aire a lo largo del interior del vehículo. Pero no debemos quedarnos ahí, sino que hay un momento exacto donde nos puede ser de lo más útil.
La verdadera función del botón de recirculación
Tanto cuando activamos la calefacción del coche como cuando ponemos el aire acondicionado, el sistema del vehículo lo que hace es recoger o tomar el aire del exterior, filtrarlo y enfriarlo o calentarlo, dependiendo la función que activemos. Por tanto, en la mayoría de los casos este aire entra con una importante cantidad de polvo, así como ligado a la temperatura que se registre en el exterior. De ese modo, cuando activamos el aire acondicionado en verano en realidad lo que estamos haciendo es succionar el aire caliente del exterior para enfriarlo y enviarlo hacia el interior del coche. Ocurre lo mismo en invierno con la calefacción.
No obstante, si activamos el modo de recirculación el sistema lo que hace es sellar la entrada de aire al coche para poder reconducir el que ya está expulsando. Por lo tanto, el coche deja de recoger aire del exterior, frío o caliente. De esa forma, al no entrar en el sistema, el coche usa el aire que ya ha enfriado o calentado y no el del exterior, a temperatura ambiente.
No hay que abusar del botón
Eso sí, los expertos explican que, si bien lo ideal es activar la recirculación a los dos minutos de encender el aire, no debemos tenerlo encendido más de 10 minutos. Si lo mantenemos activo durante demasiado tiempo corremos el riesgo de crear condensación en las lunas del coche, así como provocar somnolencia en el conductor e incluso reducir la concentración y reflejos del conductor. Los cristales se empañarían, precisamente, por la humedad procedente del exterior se quede dentro del coche.
Poner el aire acondicionado a 22 grados
Hay una práctica que realizan sobre todo los conductores más jóvenes: circulan en reserva con depósito muy bajo porque piensan que de esta forma podrán ahorrar algo de gasolina. Estamos ante otra falsa creencia, ya que según los expertos en motor, no ahorraremos y además el motor tendrá que trabajar más porque las impurezas en el depósito se concentran más cuando hay poco fuel en el tanque.
Sin embargo, hay un truco que muchos desconocen y que sí nos ayudará a ahorrar. Se trata del aire acondicionado; si lo utilizamos bien conseguiremos gastar menos fuel. Debemos tener en cuenta que cada grado que bajemos sí repercutirá en el gasto de combustible. Por eso, lo recomendable es tenerlo a 22 grados como mínimo. Además, debemos conducir con las ventanas subidas para evitar un gasto extra. Otra de las recomendaciones de Alfonso García es desmontar la baca o el portabicicletas y mantener el maletero vacío. De esta forma no llevaremos peso y el coche consumirá menos gasolina.