MADRID

Milagro en Las Ventas en una interesante novillada de Sánchez Herrero marcada por el viento

Daniel Barbero dio una vuelta al ruedo en un festejo condicionado por el viento y en la que fue cogido de fea manera José Rojo.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

La integridad, que se ve tan poco últimamente en los toros, sorprende a los toreros. Si ya de por sí cuesta ponerse con animales arreglados, hacer frente al encierro que envió Sánchez Herrero a Las Ventas debe ser ese examen al que uno va sin estudiar. Si a eso le añades frío y viento, la pócima es terrorífica. Igual que ya han suspendido algún partido de fútbol por gritos racistas, llegará el día que suspendan un festejo por viento. Si necesitan un ejemplo, la novillada de este domingo sería genial.

Fue precisamente el viento el que condicionó toda la labor de Olsina, que pasó un calvario para parar al primer novillo. Fue en vano el esfuerzo porque se fue para atrás por falta de fuerzas. Con el sobrero quiso ponerse recto para torear con capote y muleta, pero no fue capaz de despejar la 'x' en la ecuación novillo de Madrid + viento gélido. Mató muy bien y escuchó algunas palmas.

Con su segundo, más serio y astifino que el 99% de los toros que lidian las figuras, se mostró inteligente para lidiarlo, aunque tropezó nuevamente con la piedra del viento. Brindó al público y dudó en el prólogo. Primero estatuarios, luego cambiados por la espalda hasta que finalmente se decidió: a torear por derecho y con la diestra. Quiere componer y torear bien.

No se me ocurre mejor novillo para ello que el oponente que tuvo enfrente, pero los enganchones y la falta de claridad dejaron aquello en nada. Otro gran novillo en la etapa de Plaza 1 al mando de Las Ventas que se lleva sus embestidas al desolladero. Se atrancó con los aceros y el descabello voló hacia una joven que estaba en barrera del 5, pero solo fue un susto.

José Rojo, novillero de Trujillo, se presentó en Madrid con un toro de cualquier plaza y más astifino que una puya. Se quedó quieto con el capote e intentó torear. Misma solución con la muleta antes de brindar el utrero del debut venteño a su mozo de espadas. Empezó en la misma puerta grande con un trasteo genuflexo por el pitón derecho de esos que le sirven a Talavante y no tanto a los imitadores. Aún así, Madrid respondió. El novillo, de comportamiento manso, se fue a la otra punta de la plaza y hasta allí lo persiguió Rojo, que consiguió tandas de mucho mérito, tanto por la capacidad de tragar como por la voluntad de abstraerse del viento.

Lo mató en la puerta de toriles, en la suerte contraria. Le echó la muleta abajo y se salió de la suerte lo justo para poder pasar por esa guadaña, pero el animal hizo por él y lo prendió por el pecho en un momento trágico. Madrid enmudeció y los gestos del torero en el suelo denotaron que aquello podía ser grave. Por suerte, se obró el milagro y quedó en un varetazo. Se hizo cargo de la muerte del novillo Carlos Olsina, con poca fortuna para descabellar. Sonó el tercer aviso. El primero de ellos, con menos fortuna todavía, sonó justo antes de que Rojo, visiblemente nervioso, entrase a matar. La afición va por barrios y del palco de Las Ventas hace ya que se fue.

Se repuso y salió a matar al quinto, ovacionado de salida, al que recibió con una larga cambiada y varios capotazos al soplo de Eolo. La lidia se convirtió en una capea, tanto en el tercio de varas como en el de banderillas. Brindó al público, que al menos por el ruido, tenía acento extremeño y empezó la faena entre las dos rayas bajo la puerta grande. Rojo tiene el valor ese que sirve para decir "me pongo con cualquiera y donde sea", pero no terminó de calar en el Madrid local. El Madrid visitante celebró una estocada atravesada como un gol del C.F. Trujillo. Necesitó de dos descabellos para cerrar, eso sí, una meritoria tarde.

Daniel Barbero, que ya dejó una grata impresión en su presentación en Las Ventas, recibió al tercero con dos largas cambiadas en el 6 y se salió toreando a los medios con tanto valor como soltura. Lo lidió José Chacón como solo los lidia José Chacón, antes de que el novillero de Navas del Marqués, de 29 años, brindase al público.

Se echó otra vez de rodillas en el 6 dado que allí se pararon los papelillos y lo pasó con más mérito que gloria. Ligo después muchas tandas de redondos al hilo del pitón que no dijeron nada a unos tendidos que entre el percance de Rojo y los 10 grados con sensación térmica de 6 estaban con las manos en los bolsillos y preguntándose si realmente era necesario acudir este domingo a Las Ventas.

Estaba preparándose Daniel Barbero para dar el segundo capotazo de recibo al sexto y ya estaba el del clarín cambiando el tercio. No sé si por las ganas de irse a cobijarse del frío o porque había quedado a cenar, pero lo dicho, la afición vestida con forro polar azul corporativo tiene alergia a Las Ventas. Blandeó tras el encuentro con el picador, pero no lo suficiente para irse al corral. José Chacón... Otra vez, José Chacón. Dos pares de banderillas para demostrar quién manda en el escalafón de plata. Y no se le caen los anillos para venir a ayudar a los noveles.

Daniel Barbero vio su obra calumniada por un autobús que pedía música. No gritaba olé, solo quería música. El torero encadenó muletazos de buen trazo, aunque de escaso ajuste. Se cobijó entre las voces de sus partidarios y se olvidó del sentido de la medida. Su apoderado, que suele cumplir la regla de los 10.000 pasos diarios cada vez que un torero suyo torea en Madrid, no salió de su sitio en el burladero para decírselo. Dejó una buena estocada en la suerte contraria y la plaza se inundó de pañuelos. El presidente se contuvo y no concedió el trofeo.

Madrid, domingo 3 de abril de 2022. 5.275 espectadores según la empresa.

Novillos de Hermanos Sánchez Herrero, el 1º como sobrero. De impecable presentación y astifinísima. Noble y con movilidad en el último tercio. Tercero y quinto, sensacionales en la muleta.

Carlos Olsina, palmas y silencio tras dos avisos.

José Rojo, cogido en su primero, res de tres avisos, y ovación tras aviso.

Daniel Barbero, silencio y vuelta al ruedo tras aviso.

Parte médico de José Rojo: "Puntazo corrido en la cara anterior del tórax, contusiones en rótula derecha y tendón de Aquiles izquierdo. puntazo inframandibular derecho. Pronóstico leve salvo complicaciones, que no le impide continuar la lidia".

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