Adelántate a la Navidad: el truco para congelar pescado y marisco y que parezca fresco el día de Nochebuena

La cuenta atrás para la Navidad ya ha llegado. A falta de menos de un mes para celebrar Nochebuena, son muchas las casas que ya piensan en el menú que van a preparar para una de las cenas más especiales del año. Cada familia tiene sus tradiciones y, salvo las uvas del día de Nochevieja, no hay un menú pautado que sigan todas las casas.

Lo que sí es cierto es que hay algunos alimentos que suelen consumirse, por tradición, en esta época del año. Hablamos del pescado y del marisco. Son productos que suelen encarecer la cesta de la compra, sobre todo si te juntas con varias personas para cenar y tienes que prepararlo para todos ellos.

Este año, además, hay que sumar un factor económico. La inflación ha encarecido de manera notable el precio de los alimentos y entre ellos, también el pescado y el marisco. Además, a medida que se acercan las fechas clave, es decir, Nochebuena y Navidad, los precios de ciertos productos suelen subir aún más. Si eres de los que prefiere ser previsor y adelantarse a las compras para preparar la cena, puedes ir a tu pescadería de confianza hoy mismo. Tendrás que congelar los productos, pero siguiendo una serie de consejos, lograrás que el día 24 estén como si fueran frescos.

Cómo congelar el pescado para que parezca fresco: paso a paso

Lo primero que debemos tener claro es que tanto el pescado como el marisco se deben congelar nada más llegar a casa. En este punto, el paso previo esencial es lavar el pescado con agua fría y eliminar todos los restos que tenga, bien sean de escamas, vísceras, sangre o suciedad.

A continuación, lo dejamos escurrir y seca bien, antes de proceder a congelarlo. Podemos meterlo tanto en un 'tuper' o bote, como en una bolsa para congelar o incluso papel film. Aquí lo más importante es eliminar todo el aire que pueda quedar, para que evitar que el producto pueda estar en contacto con la humedad.

A la hora de meterlo en el congelador, hay que guardarlo en la zona más fría, que es el primer cajón del mismo. En este paso, hay que proteger el resto de alimentos, para ellos, subimos la potencia del congelador durante una hora al máximo para que el resto no se estropee por el contacto con la temperatura ambiente.

A la hora de descongelarlo, ¿qué debemos tener en cuenta? Lo recomendable es sacarlo del congelador unas 24 horas antes de ir a cocinarlo y dejarlo dentro de la nevera, ya que a temperatura ambiente podría estropearlo. Con estos pasos, conseguirás que al descongelarlo esté tan fresco como el primer día.