Cuántas latas de atún puedes consumir a la semana y qué consecuencias tiene que te pases
Pocos alimentos hay en casa más socorridos que el atún en lata para preparar platos de forma rápida y sanos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Quién no tira de una lata de atún a lo largo de la semana en algún momento. Es uno de los alimentos más recurrentes en los españoles para ensaladas y un sinfín de aperitivos. Al natural, en aceite de oliva, en escabeche... Son varias las opciones que plantea el supermercado. Basta con tirar de la anilla y ya lo tendremos listo para tomar en bocadillo, al plato, en ensalada, en tortilla o revueltos. Aun así, hay que tener cuidado con la cantidad.
Como alimento en sí, es una fuente de proteína magra y ácidos grasos Omega 3, contiene vitaminas del grupo B, además de vitaminas liposolubles A y D. Por esto, es bueno para reducir el colesterol, proteger la piel, cuidar el corazón, mantener la memoria e incluso mejorar el estado de ánimo según algunos estudios.
A pesar de todo esto, hay que tener en cuenta los riesgos que tienen estas conservas. Este mismo verano se produjo una alerta sanitaria con este alimento por encontrar histamina, una sustancia química que puede causar picores de garganta, vómitos o dolores de cabeza. Además, también suele emparejarse con el botulismo, un microorganismo que puede llegar a provocar también debilidad, vómitos, dificultad respiratoria, hinchazón abdominal, estreñimiento o diarrea y dependiendo de la cantidad ingerida, incluso la muerte.
Un peligro
Aunque el atún es una gran fuente de beneficios, los expertos recomiendan no excederse en más de 3 latas a la semana. La principal razón es el elevado nivel de metales, sobre todo de mercurio, que incluye este tipo de pescado. Lo más recomendable es alternarlo con otros pescados como la merluza o el bacalao para mantener una dieta con un alto consumo en proteínas y bajo en grasas.
En función de qué tipo de pescado elijas, será más saludable también. La primera opción tendría que ser el bonito del norte, seguido del atún claro. Luego entra en juego también el factor del tipo de conserva. El más saludable, y también el más económico, es el atún natural, mientras que también podemos optar por el atún en aceite de oliva virgen extra. Habría que evitar las conservas en escabeche o las latas en aceite de girasol.
Importante también es fijarse en la cantidad de sal que lleva el producto, la fecha de caducidad y el estado exterior de la lata. Si está abollada, golpeada o abultada no se te ocurra consumirla. Tírala o evita comprarla en esas condiciones para evitar posibles intoxicaciones. En cuanto al líquido de cobertura de nuestra lata de atún, tienes que saber que puedes consumirlo sin problemas siempre que no abuses.