Principado y familias coinciden: prohibición de las bebidas energéticas a menores

Las encuestas sobre hábitos a los jóvenes vienen alertando. El incremento de consumo de bebidas energéticas entre los chavales es constante y preocupante. Casi la mitad de los jóvenes entre 14 y 18 años las consumen de manera habitual. Y hay niños que ya las toman incluso desde los ocho años. Los efectos nocivos de estas bebidas se multiplican con una práctica que los jóvenes también realizan: mezclarlas con bebidas alcohólicas en los tiempos de ocio. Las asociaciones de padres y las instituciones llevan un tiempo alertando y en el Principado hay coincidencia de opiniones entre sectores. La administración quiere prohibir la venta y el consumo a menores de edad.

Es una medida que ya han tomado en otras comunidades, como Castilla y León, Galicia o la Comunidad Valenciana. Y de la que la viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González, se muestra partidaria: "El tabaco y el alcohol también producen efectos cuando los prohíbes en un sector de la población, pero no creo que el mundo se haya venido abajo por prohibirlo a los menores". El Principado va a continuar con su ronda de contactos. Esta semana se reunirá también con las empresas que distribuyen estas bebidas.

Las familias también lo reclaman

La petición de la prohibición se la han trasladado este lunes en una reunión desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Asturias (FAPA) y también desde la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA). Gema Valdés, de FAPA, alerta del consumo creciente, cada vez en edades más tempranas: "Ya detectamos que con mucha menos edad se están consumiendo esas bebidas. Bien para ir a centros educativos o bien en instalaciones deportivas". Coincide Desiré Fernández, presidenta de CONCAPA: "Necesitamos la regulación ya. Los menores cada vez están ingiriendo más este tipo de productos y cada vez son niños más pequeños".