El calvario de Juan Pedro ante un 'okupa': “Lo tengo que aguantar cada día en el ascensor"

La falta de vivienda a precios asequibles sigue siendo una de las máximas preocupaciones para muchos canarios. Cada vez son más los habitantes de las islas que se ven privados de un derecho reconocido en la Constitución. Un problema multifactorial que tiene una de sus causas en el alto número de viviendas vacías que hay actualmente en Canarias, situación sin duda derivada de una normativa que perjudica claramente a los propietarios, que se ven desprotegidos en casos de impago y 'okupación'. En ese contexto, cada vez son más los propietarios de esos inmuebles que deciden no colocar sus viviendas en el mercado, por el temor a verse sin una respuesta por parte de un ordenamiento jurídico que parece no ofrecerles soluciones.

Hoy, en COPE Canarias, te hemos contado un caso más, que no por repetido deja de ser polémico. Es el de Juan Pedro, que vive en el mismo edificio, en el piso contiguo al de su padre. Tras el fallecimiento de su progenitor, una persona ha ocupado su piso, teniendo que hacer Juan Pedro frente a todos los gastos de luz y agua, y teniendo que tropezarse todos los días al 'okupa' en el ascensor y en otras zonas comunes del edificio. Nuestro protagonista confiesa haber sentido una enorme impotencia por esta situación, porque “ya no es tan solo pagarlo, sino convivir tanto tiempo con esa persona, con la posibilidad de encontrártelo de frente cada día”.

La situación ya se ha solucionado después de 5 años de calvario, pero Juan Pedro denuncia que el okupa ha destruido parte del mobiliario, “mesas o sillas”, y que ha llegado a “poner la lavadora sin ropa con el consiguiente gasto de agua a las tres de la mañana”. Su indignación es tal, que confiesa que “he tenido que pagar facturas de agua de 381 euros y alguna de 223”.

“Si me pasa esto otra vez, me pego un tiro”

En ese sentido, contó que incluso, tras un corte de agua programado de la compañía suministradora, “denunció ante el cuartel de la Guardia Civil, pensando que había sido yo”, con lo que “tuve que aguantar encima que dos guardias civiles se presentaran en mi casa”.

Ante este panorama, Juan Pedro afirma, tajantemente, que tras recuperar la posesión del inmueble “me pensará muy mucho alquilar el piso”, porque “si me pasa esto otra vez, me pego un tiro”.